Este domingo, primero del verano, nos adentrábamos directamente en el corazón de los Montes Orientales disfrutando desde los primeros kms por una espectacular carretera que hoy hemos inaugurado en marcha oficial extraoficialmente por los miembros del Velo Club.
Me refiero a la, ya penada carretera de Deifontes a Iznalloz y que nos ha llevado hasta Domingo Pérez pasando después de Iznalloz, por el cruce de Píñar y por una remodelada también carretera de Guadahortuna, donde hemos girado a la izquierda para afrontar unos "pestosos" 10 km que apuntan directamente hacia arriba con un continuo y persistente ascenso y con, muy propio de la zona, algún que otro repechillo hacia abajo que, dicho sea de paso, hemos agradecido.
El regreso, un continuo volar con un rodar más que constante ya que el terreno asi lo requeria llegando al lugar de carga (léase aqui Albolote) con una media más que considerable.
Hoy hemos tenido que lamentar una caída, la de Emilio, que en un acceso de solidaridad ha querido volverse en una subida para animar a los rezagados con tan mala fortuna que el giro ha sido demasiado brusco. El resultado, caída apenas sin importancia, a muy poca velocidad, pero con la gran fortuna de llevar el casco (bendito casco) ya que el primer golpe ha ido directamente a la cabeza. Por suerte, como decía, la cosa no ha ido a mayores salvo los típicos rasguños acompañados de la "reata" de santos que han desfilado cual procesión por ambas cunetas.
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| En la imagen, corte de la cinta protocolaria en el recién inaugurado tramo de Deifontes a Iznalloz. |
