Hola (de nuevo) amigos y socios en general. Después de algún tiempo sin aparecer por aquí (al menos para contar las cosillas de los domingos), aquí esto presto para contar, en breve espacio, eso si, lo acontecido ayer domingo en la marcha a CASTILLO DE TAJARJA.
La verdad que mi aparición en estas lineas se debe a la petición reiterada (llegando incluso a ser cansina) por parte de algunos socios, ávidos de lectura y con ganas de recrearse viéndose en las fotillos (aunque algunos no hayan salido en la instantánea por no estar al loro)
Fotos, tenemos una. Para que os vamos a engañar. Este año estamos "mu flojos" y no tenemos mucha gana de estar dándole con "deillo" al botón de la cámara pero al menos la intención cuenta. Desde aquí, pues que os vamos a contar, que se os anima a hacer de fotógrafos oficiales del velo club.
En fin, a lo que vamos..... que ayer domingo, como era de esperar y después del cambio de horario motivado por los mas asiduos ya que era muy temprano a las 8.30 h., los que allí llegamos con suficiente tiempo de antelación para departir con todos y cada uno de los que nos citamos en el semáforo, nos sorprendemos que ya no queda nadie. Vamos, nadie, a excepción del Agustín, Pepe Puertas, Galdón y este que os cuenta. Los demás, a las 8.40h. ya no estaban, como era de esperar. Poco después, van llegando los demás y a las mismas 9.00 h. nos vamos dispuestos a cumplir con el calendario del libro.
En los primeros kms. nos juntamos con el grupo cicloturista que iban para LOJA (Dios los premie), la vin que calor habrán pasado.
Nosotros, en el desvío de Atarfe, para Santa Fe y ellos para Loja.
La ruta, poco que contar, salvo la calor, y las rampillas previas a Chimeneas que hacen la natural selección de los que van bien y los que simplemente no vamos tan bien. Como muestra, una frase que nos regaló Miguel (el nivar, de la otra peña) que textualmente dice:
-Enrique, en esto de la bici, siempre ha habido tractores y remolques.
Que razón tiene el jodio. Yo por supuesto, soy de los remolques jajajajaja.
Pues eso que los tractores, se pusieron a tirar de aquella manera y los que vamos a remolque, a quedarnos de aquella otra.
Llegados al Castillo, no sin antes sufrir los rigores de las rampas de llegada que junto al calor asfixiante, nos mermó la moral a mas de uno, nos tomamos un refrigerio a base liquido abundante y fresquito y vuelta para Maracena que había que atender compromisos de comuniones.
Los demás, imagino que vendrían mas tranquilos. Nosotros, arrea que es tarde, llegando al destino antes que dieran las doce del mediodía.
Por cierto, ¿ande coño está metio el Goyo?
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