Bueno señores, reanudamos la temporada después del periodo vacacional del mes de agosto y afrontamos la recta final de la misma con la misma ilusión que cuando la empezamos.
Hoy teníamos Piñar, pero por Bogarre. Al final ha sido por la estación que tampoco está nada mal para reanudar la faena con un kilometraje que llegaba a las tres cifras, concretamente 100 km.
La jornada ha transcurrido tranquila rodando todos en grupetas que se iban agrupándose unas con otras y todas con la misma temática, la Pandera, no la de ayer de la vuelta, sino la nuestra, la que nos espera el día 18 y que está a la vuelta de la esquina. Se ve que la vuelta a hecho mella en el personal y el miedo, que es libre y gratuito, lo cogemos a espuertas.
Tampoco es para tanto siempre y cuando se afronte con cabeza. En peores plazas hemos corrido y hemos salido ilesos. Lo que está claro es que la media de subida no será ni por asomo la que vimos ayer, de eso podemos estar seguros, pero el reto está ahí y que ya que está disponible habrá que aprovecharlo.
Por lo demás, todo con normalidad. En el regreso, todos juntos más o menos reagrupándonos en algunos puntos y notando en algunos compañeros la falta de fondo y el exceso de cerveza consumida durante las vacaciones.
Los veteranos, se han dividido en dos grupos. Unos llegaban hasta el restaurante Los Arcos en Iznalloz que era el punto intermedio marcado en el libro y otros hasta la ermita del mismo pueblo.
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