Nigüelas-La Razuela

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                      NIGÜELAS-LA RAZUELA

Suma y sigue nuestra corsaamarilla. Aunque sea en estos días el color púrpura, rojo pasión o el verde esperanza los que tenemos más presentes por nuestra tradición andaluza de la Semana Santa, nosotros somos fiel al amarillo. 

Y precisamente hoy, Domingo de Ramos la escuadra de Maracena partía hacia tierras sureñas de nuestra provincia. El Valle de Lecrín esperaba paciente y en ese enclave natural al abrigo de Sierra  Nevada la llegada de los ciclistas de amarillo.

Un trazado muy conocido por todos los amantes de las dos ruedas con paisajes maravillosos. El gran abanico de lugares únicos para visitar de nuestra tierra junto con la combinación de tramos para rodar y escalar sobre nuestra bicicleta convierten estas propuestas en días perfectos de ciclismo.

Pero como todo en esta vida, y hoy día más, hay un alto precio a tener en cuenta. Y es que si el gran amigo de todo ciclista decide unirse a la fiesta, pon en marcha la paciencia o mantente en el pelotón. Me refiero al aire, ese amigo fiel que espera desde lo alto del suspiro del moro y que sea cual tu dirección, siempre te llevará la contraria. Y hoy no iba a ser menos. 

Y ese era solamente un ingrediente más al menú de hoy, ya que el plato estrella lo teníamos en el mirador de La Razuela, justo encima de Nigüelas. Rampas en algunos tramos al 18%, constantes y sostenidas, sin un final claro en el horizonte, un giro a izquierdas y otro a derechas incluso salimos vencedores al propio asfalto, es lo que se lleva en la actualidad el sterrato ¿no? Pues hubo tramo de sterrato. 

La semana de “pasión” dio comienzo desde el ascenso por la Alquería Los Lentos cada uno haciendo su penitencia y poniendo al día sus cuentas y menudos ritmos llevan estos zagales ya y estamos en los inicios de temporada prácticamente. ¡Enhorabuena!

Y esto es ciclismo, lo que nos gusta, nos apasiona, hay días mejores, días que las piernas no giran, días que vences a tu mente y otras que gana ella el combate. Pero nos divertimos, y somos una familia. Benditos domingos sean de ramos, de café etcétera. Pero que sean de ciclismo y de sol, como el amarillo que nos caracteriza a los ciclistas de VeloClub Maracena.

Un saludo de quien les escribe éstas letras y os deseo una feliz y hermosa semana.