domingo, 14 de septiembre de 2025

Domingo 14 de septiembre: ILLORA POR LAS TORRES Y REGRESO POR ALOMARTES

 

Hoy teníamos un circuito cómodo pero exigente a la vez, el circuito de Illora que debíamos recorrer entrando por el cubillas y las Torres, para llegar a Olivares y tras el paso por Tiena y su cansina subidilla hasta la carretera de Córdoba, a Illora, donde en el surtidor de Santa Ana hemos teníamos establecido el control de firmas y avituallamiento (por pocas Roberto sigue allí esperando la tostada).

El regreso, mucho más cómodo, por Alomartes, el recorte, Obéilar, Escóznar, Valderrubio, Fuente Vaqueros, la viñuela y Albolote donde, después de reagruparnos, cada cual ha tirado para su templo.

En Illora, nada más iniciar el regreso, nos ha sorprendido una concentración de motos clásicas, vespas la gran mayoría, que nos ha tenido de espectadores casi todo el paso de la comitiva. Desde ahí ya ha sido volar. El terreno es favorable por lo que se presta a tirar millas. 

Eso no debe ser incompatible con la prudencia y el respeto hacía los demás usuarios de las carreteras. No vamos solos ni somos los privilegiados que cada domingo tenemos el derecho a que todo el mundo se aparte para que podamos lucir nuestras "aptitudes" ciclistas. El paso por las poblaciones debe ser de obligado cumplimiento hacerlo de manera coordinada y con precaución. Al igual que en las rotondas, cruces y demás elementos.

Hoy, en el regreso, todo eso ha brillado por su ausencia.

- Gente, intentando demostrar lo indemostrable, agazapados en mitad de un numeroso grupo y que a la más mínima inclinación del terreno no tiene inconveniente alguno de invadir el carril contrario para demostrar no se sabe aún muy bien qué, aunque de frente venga (o vengan) coches, da igual. Yo corono primero para luego frenar en seco. 

- Gente que se le olvida que lo que practicamos en el velo club es CICLOTURISMO y se toma la salida con el club como si de una carrera "encubierta y sin dorsal" se tratase poniendo en peligro la integridad de todos los que van detrás aunque cuando van a correr una carrera de verdad y con dorsal no bajan del puesto 300 o 400.

- Gente que espera a llegar a un núcleo urbano y cuando algunos deciden levantar el pie y bajar el ritmo por temas de seguridad, saltan como el cristal pasando como una exhalación.

- Gente, en definitiva, que quiere dejarte y gente que no quiere que la dejen. Todo metido en un frasco y agitado, el día menos pensado, cuando menos lo esperemos tendremos que lamentar una desgracia, y si no, al tiempo.

Viendo el panorama, éste que os cuenta, nada más pasar Obéilar, aún siendo un terreno más que favorable, decide levantar definitivamente el pie y realizar todo el trayecto en solitario hasta que ha llegado una grupeta que venía mucho más tranquila por detrás, que ha sido ya en la carretera de Santa Fe a Atarfe. Y es que es como dice el refrán, casi es mejor ir solo que mal acompañado.

Por cierto, los veteranos han llegado a Illora por Obéilar, en la ida y en la vuelta, bravo por ellos y por su actitud ante el deporte.

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