La verdad es que el día no ha amanecido como esperábamos, o al menos como mostraban las predicciones meteorológicas. A las 7 de la mañana, el agua caia pareja y firme. Aun asi, y siguiendo consejos de dichas predicciones, a las 8 estábamos en el semáforo ya que parecia que a esa hora el sol haría acto de presencia.
Nada más lejos de la realidad, ni a las 8 ni a las 9. El agua seguia cayendo y las nubes no se movían, y si se movían era para dar paso a otras con peor pinta.
Pero alli estábamos, en este caso tres, a saber: MIGUEL ANGEL, EMILIO FERNANDEZ Y SERVIDOR (léase ENRIQUE), dispuestos a esperar lo que hiciera falta para poder disfrutar de un dia de bici.
¿Que tendrá este deporte que hace que nos levantemos en vacaciones a las 7 de la mañana para estar en el lugar de constumbre a las 8 y que nos tiremos mas de hora y media de reloj esperando en la calle a que pare de llover?.
La dichosita pregunta, se queda sin respuesta y eso que soy parte del asunto.
La cosa es que pasadas las 9.30 enfilamos la carretera de Pinos (que es la antes se seca por motivos de tráfico) con la intención de ir a Illora o cercanias. El asfalto aún muy mojado motiva que vayamos con extremada precaución hasta bien pasado Sierra Elvira donde ya el sol y los coches han hecho su trabajo dejándonos via libre a los tres mosqueteros.
Buen ritmo en los llanos de Pinos y por las rectas de Zujaira. Se ve que habia ganas de bici. En Obeilar, decidimos girar para Escoznar y hacer parada y postas en Lachar, ya que la hora asi lo convenia.
Nuestra amiga Virginia, extrañada por nuestra presencia, pregunta por los asiduos al lugar a lo que nosotros respondemos que con el día que hacia en Maracena, dudábamos que algunos salieran.
Una vez repostados y reposados, la vuelta tranquilamente por la via de servicio, sin prisas y charlando como si de un día de pretemporada se tratase.
Por cierto, no nos ha llovido ni una gota, eso si, las bicis para lavarlas con urgencia por los salpicones.
Bendito deporte, ¿que tendrá la bici?
En las imagenes, estado de las bicis y los tres mosqueteros