domingo, 26 de julio de 2020

Domingo 26 de julio: HOYA DE LA MORA


Llega, como cada año al cerrar el mes de julio, la etapa reina de nuestro calendario. Y llega con las mismas fuerzas de un jabato a punto de lidiar justa lid contra todo aquel que ose templar las indómitas lineas del asfalto que te llevan ni más ni menos que a los 2.500 m. de altitud.
Dicho así suena hasta raro pero hay que tener en cuenta varios factores, a saber:
Sierra Nevada resulta una sierra simpática. No goza del estatus de esos temerarios puertos que estamos hartos de ver hasta la saciedad en las míticas rondas ciclistas. 

Quizás sea motivado por una falta de difusión oportuna o vete tú a saber, pero lo que si es verdad es que el coloso granadino, la cordillera más meridional de Europa, tiene una carretera de te lleva, en asfalto a los mencionados 2.500 m de altitud, que no es moco de pavo, por una sinuosa y serpenteante carretera de curvas que, si bien, no superan en exceso los porcentajes medios de cualquier puerto que se digne (del 6 al 9 sostenido), si en su longitud, casi 25 km de continua y cansina ascensión, prácticamente desde que se deja el término municipal de la capital, hacen que todo aquel que le falte el respeto acabe pagándolo, y con creces.
Si además añades la climatología, hoy rozábamos los 40º, pues es un extra a batir.

Aqui es donde se ven las calidades de las peñas.
Hoy, como suele ocurrir cada domingo de verano, multitud de ciclistas ávidos de venganza se encaminan a coronar a la bestia.
Los hay de todos los tipos. Los que andan "sobraos", que parece que la cosa no va con ellos. Otros, con perfil de todo menos de cicloturista, haciendo series y que, al pasar, te dejan la moral más minada que la galería de una mina.

Otros, en grupeta, con un ritmillo a la par cansino y respetuoso. Otros, aparcando los coches en las mismas lineas de inicio dispuestos a dar sabida cuenta de la montaña. Estos, se ven que vienen de fuera.

Y luego estamos nosotros, con nuestra idiosincrasia. No seremos un grupo peleón de gallitos dispuestos a batirnos con el primero que se cruce pero  tenemos nuestra "honrilla".
Unos, tocados anímicamente. Otros, mermamos físicamente y otros deseando bautizarse al calor de un buen tercio de especial en la cumbre.

Sea como sea, en este club, lejos de jugar a ser ciclistas de verdad, nos gusta ser solidarios. Aquí nadie anda solo. Nadie se queda a su suerte. Hoy ha quedado sobradamente demostrado. 
Si eso no es respeto a este deporte y a nuestra sierra, que baje Dios y lo vea.

Y lo de menos es como llegar, es simplemente llegar, con tus achaques, con tus miedos, con tus indesiciones, aunque sea muerto de hambre, ¿verdad Roberto?.
Y es que, nuestra Sierra todos los años nos planta un pulso y nosotros, que entramos al trapo, la desafiamos.

Algunos de los compañeros, han dado por finiquitado el periplo de la ida en el Dornajo, que no está nada mal.

Orgullo de club.


Llega agosto, y con él, el periodo vacacional. El club suspende la actividad oficial pero no las salidas dominicales (como las de los sábados y de entre semana). Los destinos y los horarios, serán a convenir entre los participantes.

Nos vemos en septiembre compañeros.


Domingo 19 de julio: MIRADOR DE LA PEZA


Marcha con destino al Mirador de la Peza. Al no poder asistir personalmente no podemos discernir de aquella manera que solemos hacer cada domingo los avatares de la jornada.
Aún así, me consta que fue un día espléndido de bici por uno de los parajes más sorprendentes de la provincia.

domingo, 12 de julio de 2020

Domingo 12 de julio: CIRCUITO DE MORALEDA

El grupo, en el peñasco de El Turro

Pues si señores. Otro domingo veraniego, con temperaturas altisimas y por si fuese poco, hasta con un viento sureño que tenía el cielo emarañado y los ánimos del personal algo minados.
Pero no ha habido tregua. El calendario dictaba una ruta que ya de por sí, es exigente, pues con estas condiciones se multiplica.

Partíamos a la hora establecida, las 8.00, con puntualidad inglesa y con un ritmillo cómodo y constante con dirección a Moraleda de Zafayona, via Illora, Alomartes, Brácana y Loreto.
Una vez allí, y después de clásico avituallamiento, se acuerda aplicar un alternativa a la ruta. 

Bien es sabido la complicada zona por la que íbamos. En épocas veraniegas, y con ola de calor, la temperatura puede jugar una mala pasada al que ose completar el recorrido completo. Hay que ir bien provisto del líquido elemento ya que por allí es un bien escaso. Además, lo exigente del trazado puede mermarte de manera letal lo que puede dejarte lo que suele decirse para el arrastre.
Total, que visto lo visto. Se acuerda en Moraleda seguir hacía el Turro, donde hemos inmortalizado la visita con unas instantáneas en el peñasco que luce a la entrada del pueblo. 


Unos, lo que menos, y más osados deciden completar el recorrido por donde marcaba la ruta, es decir, seguir hasta Cacín, cortijo de Ochichar, Ventas de Huelma, La Malahá, Alto de La Malahá, Las Gabias, carretera del Barco, Bobadilla y Maracena.


En este punto hay que elevar un aplauso a los que lo han completado. Los hermanos Francis y Damián y José (Cogollos) junto con el amigo Nassim y dos Marabike (Yiyo y compañía, perdón, no recuerdo el nombre).

Arreglo del pinchazo, in situ
El resto, desde el Turro, por la caprichosa y parcheada rampa hasta la carretera que nos llevaba al Castillo Tajarja (que tampoco es moco de pavo), y con pinchazo incluido donde más apretaba "el lorenzo", Peñuelas, Lachar y la vega por Valderrubio, Fuente Vaqueros y por la "silenciosa" hasta Atarfe, Albolote y Maracena.

Mención especial hoy, al igual que la semana pasada, la labor del vehículo de apoyo. Hoy, magistralmente capitaneado por nuestro querido y no siempre valorado Manolo Ramal junto al incombustible Pepe Puertas y al que tenemos que añadir también a Joaquin, que una vez completada la primera parte del trayecto, a tenido a bien en participar en el apoyo logístico a todos y cada uno de nosotros ofreciendo agua bien fresquita en esos puntos estratégicos que solo los expertos como ellos saben.

La anécdota del día, en el pilarillo de la puerta de la iglesia de Valderrubio, donde nos hemos refrescado a base de bien, con bautizo y responso incluido a lo que añadimos el tañido alegre de campanas que se iniciaba con nuestra partida. Vamos, que solo le ha faltado al párroco de la localidad tocar el esquilín.



domingo, 5 de julio de 2020

Domingo 5 de julio: NOALEJO

Tradicional posado en la puerta de la Cafetería Bar Mónica

Llega julio, el más de las marchas exigentes y ya no solo en kilometraje, que también, sino también porque las condiciones climatológicas así lo exigen. 
Hace calor, mucha calor pero el Velo Club está dispuesto a no dar su brazo a torcer y cada domingo se acicala para cumplir con su calendario de rutas.

Como viene siendo tradicional, el primer domingo de este mes tenemos a bien visitar Noalejo, un municipio que da la bienvenida a la provincia al viajero que sale de Granada o, por el contrario, la despedida si lo que se hace es venir de Jaen hacia Granada.
Dicho de otra manera, que se encuentra en la misma linea divisoria de las dos provincias.

Y como no, una vez allí, la tradición manda visitar la cafetería Bar Mónica. Un local regentado por una amable familia que cada vez que nos ve llegar se deshace en atenciones para con nosotros. 

Nos prepara su patio fresquito con sus mesas en las que no falta detalle. Cada cual lo que disponga y como no, sus tradicionales platos del elemento emblemático por excelencia de la zona, el jamón.
Y allí hemos estado, tan ricamente, una vez más como cada año. Si es que las cosas, cuando se hacen desde donde se tienen que hacer salen de maravilla. Bien podían tomar ejemplo otros locales de la provincia de Granada que ven llegar una marea amarilla (o de cualquier color) sobre ruedas y le tiemblan las canillas  reflejando su malestar. 

Allí es distinto. Y como no podía ser de otra manera, la visita se inmortaliza con la tradicional foto en la puerta del local.
Por cierto. Las paredes lucen llenas de recuerdos de las visitas de nuestro club. Este año no ha podido ser pero prometo, en breve, hacer llegar la foto de la anterior visita que ya será entregada junto con la de este año.

Por lo demás, buen día de ciclismo. Mucha calor, como mencionaba al principio y bastantes kms. pasados de la centena por una ruta exigente tanto en la ida como en la vuelta ya que se afrontan ambas subidas a Colomera y Puerto Guerra por ambas vertientes.
Por si fuese poco, los más de 35 grados que lucían a nuestro paso por el pilar del Cristino (Colomera), nos ha obligado a recibir doble ración de agua bien fresquita que nuestro querido Pepe Puertas tiene a bien mantener en su particular "frijolito".
Otros compañeros han dado por finiquitada la ruta en Benalua de las Villas, que tampoco está nada mal.

El grupo, en la entrada del pueblo