Para quien no lo sepa, el circuito del Mendrugo, es una de las marchas más duras y exigentes del calendario. Pero no solo de ahora, sino de toda la vida. Eso ya lo sabemos todos pero me veo en la obligación de explicarlo un poco debido a que este blog, no solamente lo siguen los socios de este bendito club, sino también gente de media España, incluso de la vecina Francia.
Digo esto, porque con este nombre, pocos podrán adivinar por donde se pasa al realizar este circuito, a saber.
Antaño, y digo esto porque ya es imposible debido a la autovía A-92 que ha dejado a la antigua y añorada carretera de Murcia más sola que la una cortándola a la altura del cruce de Beas de Granada y abandonándola a su suerte para que solo sea usada para ir a los pueblos de la zona y no como carretera de paso. Antiguamente, decía, ese era el paso de la ruta. Maracena, Granada, El Fargue, Puerto Lobo, Huétor Santillán, Puerto de la Mora (que susto), Venta del Molinillo (también considerado como puerto), Diezma y Darro y el regreso por Bogarre, Piñar, Iznalloz, Deifontes, Pantano del Cubillas y Maracena. Casi nada. Era una de las rutas más bonitas.
Hoy en día, debido al mencionado y sinsentido corte de la carretera, la alternativa pasa obligatoriamente por acceder a Darro por la ruta del Quéntar, que no es otra que subiendo desde Granada a la presa de Quéntar, Tocón de Quéntar, Puerto Los Blancares, La Peza y desde ahí a Darro, con el mismo recorrido de vuelta por Bogarre. Tampoco está nada mal. Muy exigente también, y muy bonita.
Pues como decía. Una de las más exigentes (si no es la que más) y no tenemos otra cosa que vivirla el día con más calor del año. ¡¡¡¡¡La viiiiinnnnnnn que calor!!!!.
Y eso que la zona, al menos en la ida (y debido a la temprana hora del dia) es fresquita. Pero nada. Parecia que que las gomas de las ruedas se adherían al asfalto. De hecho, a Francis "el rubio" le ha pasado factura en una de sus cubiertas.
De hecho, un nutrido grupo de los participantes de hoy hemos decidido dar por finalizado el periplo en Los Blancares, que no está nada mal ya que unos por otros, no estamos "pa más" (como dice el peladlo).
Considero, y es una opinión muy personal y sin animo de ofender a nadie, que hacer el circuito entero en las condiciones de hoy, o se está muy en forma o se está muy loco (o las dos). Madre mía, que calor!!!!!.
Los que andamos un poco más mermados, sea cual sea el motivo, lo hemos sufrido a base de bien. Al menos en mi caso, que soy de no llevar guantes en verano, notaba como quemaba el manillar, pero que quemaba de verdad, literalmente hablando.
Imagino que los valientes que han completado el recorrido entero, les habrá pasado igual una vez que el sol se ha empleado a fondo por la zona de Bogarre.
Citar también, como no, que algunos compañeros, han dado por finalizada la marcha en la presa de Quentar. Cítese aquí al grupo capitaneado por nuestro querido Flores, que con sus 84 años, ya está bien.
Como no, también citar a Joaquín Puertas que, una vez restablecido de su operación que lo ha mantenido en el dique seco (me refiero en lo deportivo, que en lo otro, de seco nada) un par de meses, hoy se ha aventurado a llegar a Tocón tutelado por Manolo Ramal. Bravo por ellos, sobre todo por ti Manolo, por estar ahí.
Saliéndonos de lo deportivo, pues citar las notas graciosas del día, que como siempre son muchas y coincidiendo con la parada intermedia.
Hoy, después de dar sabida cuenta de nuestras merecidas tostadas jamoneras sobre lecho de tomate hemos aprovechado un pilarillo que hay en la plaza del pueblo de Tocón de Quentar para, aparte de rellenar nuestros botes de agua, nos ha servido para refrescarnos. Digo yo, que si alguno saca un poco de gel, hasta nos duchamos.
Pues bien, allí estamos cuando llegan ciclistas con varias pintas. Unos, de valencia, que han compartido patio en el bar, con sus bicis de montaña, algunas hasta con motor (yo para eso me compro una moto).
Otros, de manera individual, cada cual contento con su gesta de llegar a la zona, y otros (que es a lo que me refiero), una familia perfectamente uniformada de ciclista compuesta por el matrimonio y dos niños. Él, lleva adosada a su bici, un carro de esos que sirven para llevar críos, con su mosquitera y todo. Dentro de ese carro, un bebé. La madre, con su bici y al lado de ella, un niño, con tan solo 4 años de edad, llamado Mateo, superguapo, totalmente equipado, con su bici, culotte, maillot, gafas y casco.
Viéndolos llegar, no puedo más que preguntar que de donde vienen. Mi asombro crece cuando el padre me dice que desde el resturante Aguas Blancas. Desde alli, hasta donde estábamos, hay aproximadamente de 12 a 13 kms. prácticamente cuesta arriba, salvo la zona de pasada la presa.
Pues alli se han presentado. Me dicen, que el niño, Mateo, de vez en cuando es remolcado con una goma, para suavizarle en la mayoría de lo posible el ascenso.
Me quedo perplejo. Que manera de fomentar la bici y que bien iban todos disfrutando. Ole por ellos.
Mateo, me ve, tan grande, con esa bici tan enorme, y se queda el chiquillo mirando como diciendo "la vin que tío más grande". Yo, que me percato, le digo, ven para acá que te voy a subir y verás que alto estás. Mateo no lo ha dudado ni un momento. Se ha subido en la bici, nos hemos hecho fotos con él, hemos hecho todo tipo de chascarrillos y el niño,como si nada.
Espero que la afición por la bici le acompañe toda su vida.
El regreso, normal, con precaución en la interminable bajada hasta Granada y desde ahí a Maracena, unos para el Ramón y otros para el Semáforo, pero todos con el mismo fin, la(s) cerveza(s). Esto ya se está convirtiendo en una costumbre.
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