domingo, 27 de febrero de 2022

Domingo 27 de febrero: ALOMARTES

Venía éste que os relata, en las postrimerías de la marcha, con la prisa pisándome los talones y plegando velas al objeto de ir dejando las palancas perniles lo más libres de ácido láctico posible cuando el proveedor oficial de miel (léase aquí Pepe Patxi) me dice, o más bien me encomienda, que hoy la crónica debería empezar con un Viva Andalucía, unas felicitaciones a todos los andaluces y andaluzas y como no, con un ¡¡¡Buenas tardes Zagales!!!.

Lejos de dejar tan inquebrantable promesa e intentando cumplir con el personal solicitante, heme yo aquí presto a dar satisfacción al susodicho que, dicho sea de paso, bien lo merece.

Así pues, Viva Andalucía y Vivan los andaluces y andaluzas. Buenas tardes/noches, Zagales y Zagalas. Aquí estamos de nuevo, un poco más tarde de lo costumbre ya que compromisos familiares no me han dejado opción de cumplir con mi tarea vespertina dominical.
Hoy, al contrario de  lo que las previsiones decían, ha llovido. Poco, pero ya llovido, lo suficiente como para dejar las flacas, como se suele decir, "comías de mierda".
Vaya manera de marranear una bici. Pero bueno, esto es ciclismo y es un riesgo asumido. Aún a pesar del tiempo, más de 30 hemos partido hacía Alomartes, que es donde nos marcaba el libro de rutas. Para llegar hasta allí, deberíamos ir al Chaparral, El Cubillas, Caparacena, Pinos Puente, Zujaria, Obeilar Illora y Alomartes para volver ya por Obéilar, Escóznar, Valderrubio, Fuente Vaqueros, Atarfe, Albolote y Maracena.

Un inoportuno pinchazo entre Caparacena y Pinos ha fraccionado el grupo compacto en dos ya que, como suele ser habitual, en este club nadie se queda solo por lo que un  nutrido de compañeros ha seguido ruta ya que es innesario parar todos y otro también nutrido grupo ha realizado las tareas propias de reparación. 

Tanto en la ida como en la vuelta se ha rodado con comodidad, quizás motivado por el estado mojado del asfalto.

La semana que viene cambiamos de mes, marzo, por lo que también cambiamos de hora de salida, que será a las 9.30.


domingo, 20 de febrero de 2022

Domingo 20 de febrero: DÚRCAL


Domingo típicamente invernal, aunque sin frio, pero con los ingredientes típicos de la época. Tiempo algo desapacible en el inicio de la jornada que nos llevaba a Dúrcal (pueblo) con una llovizna en los primeros compases de la mañana lo que ha mantenido el asfalto mojado durante buena parte de la ida obligándonos a extremar un poco más si cabe las precauciones para evitar las temidas caídas.

Aún así, el tiempo no ha impedido que un total de 35 compañeros se presenten en la salida para realizar la ruta marcada en el calendario que nos llevaba, como citaba, a Dúrcal, eso sí, entrado por la rotonda de Nigüelas para atravesar la localidad de cabo a rabo con avituallamiento incluido en varios bares de la zona ya que no era cuestión de saturar a uno solo. Tras una breve parada para inmortalizar la visita en el archiconocido pilarillo que lleva el nombre de la localidad que lo acoge, regresamos de una manera más o menos compacta por Cozvíjar, la vía romana, Padul, Suspiro del Moro, carretera del Barco, Bobadilla, con reagrupamiento incluido y Maracena.

Hoy, se ha rodado bastante tranquilos, como decía, en los primeros kms del día pero que una vez llegados al Suspiro del Moro en la ida, ya se sabe lo que pasa, que cada cual aguanta su penitencia y va eligiendo la grupeta que mejor le convenía.
Citar también que se unieron al grupo esta mañana, nuestro compañero y super ocupado Antonio Miguel Díaz y nuestro amigo Jorge Sánchez, alcalde de Cúllar y buen amante del buen ciclismo, en calidad de invitado que nos ha resaltado lo a gusto y cómodo que ha estado y lo bien que se lo ha pasado. Espero que sea la primera de muchas más rutas compartidas.

Por lo demás, llegamos poco a poco a finales de febrero, nos queda Alomartes la semana que viene, y comenzaremos marzo, ya con otros horario y las marchas algo más exigentes.




 

domingo, 13 de febrero de 2022

Domingo 13 de febrero: DEIFONTES




De nuevo aquí, amigos de este noble y bello deporte. La temporada está en pleno rodaje, apenas dos marchas y ya se rueda con la valentía y las ganas que se tienen en la época de más movida ciclista, entiendase a partir de mediados de mayo.

Y es que hay fuerza, ilusión y ganas. Hoy teniamos marcado en el calendario una ruta super cómoda a Deifontes con una ída que se debía solvertar casi sin despeinarnos y con una vuelta algo más dilatada de kms pero llana al fin y al cabo. Bueno, eso en la teoria porque en la práctica es bien distinto. La escasez de km, que inicialmente marcaban 65 para su totalidad junto con el buen clima de hoy, se mezclan como en un cóctel explisivo provocando que se ruede con velocidades de locura, tanto en la ida como en la vuelta. 

Asi las cosas y viendo que Deifontes se nos quedaba corto se decide sobre la marcha ampliar tramo hasta la entrada el pueblo vecino, Iznalloz, para volver sobre nuestros pasos hasta el punto marcado para control de firmas. De nada sirve, da igual que sea llano, hay ganas y el personal está como el vinagre lo que provoca que lleguemos a Iznalloz en un abrir y cerrar de ojos. Sin tregua, se vuelve el pelotón y vuelta la la burra al trigo. Y es que el terreno invita a rodar, pero que digo yo que habrá que dejar algo para más adelante. Si esto es así ahora, ¿que será en mayo y junio?.

La cosa es que se llega a Deifontes. Alli reina el caos. Los regentes del local desborados ante tal avalancha de gente vestida de amarillo. Hoy ha sido el día más concurrido que se recuerda en la historia moderna del club y es que nos hemos presentado un total de 48 en el punto de salida, de locos.

El regreso, por el mismo sitio hasta El Cubillas donde hemos girado tal y como mandaba el rutómetro para Caparacena para llegar a Pinos Puente, La silenciosa, Atarfe y el posterior reagrupamiento en Albolote donde cada cual ha tirado para su templo.


A MODO DE REFLEXIÓN.

Resulta gratificante como el Velo Club, fiel a sus principios, mantiene su esencia, esencia que lo hizo grande allá por los noventa y que en la actualidad, lejos de convertirse en un reducto de algo que fue pero que ya no lo es, va creciendo. Y no solo crece en efectivos, que también, sino en valores que es lo más importante.

El tiempo de va tragando a los colectivos ciclistas que van envejeciendo sin remedio a falta de sangre nueva que vaya dándole ese golpe de aire fresco que todo club necesita. El Velo Club goza de buena salud, lleva un ritmo "in crecendo" en cuanto a número de socios se  refiere (ya somos casi 60) y va creciendo en unión, en amistad y en compañerismo. 

Pero no debemos olvidar que vamos en la carretera y la ecuación es simple. A más ciclistas, más riesgo. Debemos extremar las precauciones, las personales y las colectivas. A veces, el ímpetu nos lleva a invadir zonas de seguridad lo que conlleva a que más pronto que tarde podamos tener algún percance. Esperemos que no.

¡¡¡BRAVO POR EL VELO CLUB!!!


FOTOS

domingo, 6 de febrero de 2022

El nutrido grupo antes de tomar la salida

Decía en su escrito mi buen amigo y compañero Rai, que es un genio de los buenos con esa visión tan peculiar de las cosas, en nuestro calendario de rutas 2022, que la conexión entre CICLISMO, GRANADA, MARACENA  venía determinada por los grandes episodios protagonizados por deportistas sencillos que hicieron de la carretera y el cuadro de sus vetustas bicicletas una forma de colocarse a la vanguardia, de practicar sano deporte avanzando en libertad. Aquellos jóvenes aficionados que casi sin proponérselo lograron ser los estrategas del cambio, los precursores de una tendencia ahora universalmente consolidada. Fueron maestros del arte de la amistad, el ejemplo a seguir por varias generaciones.

Grupo de socios fundadores que aún siguen en activo en el club (falta Rafael Osuna)

Fue en 1982 cuando se fraguaron esos dos eslabones que actualmente dan coherencia al deporte de la bicicleta en Granada, ocurrió en Maracena y fueron los héroes de Velo Club. Ahí se cerró el mecanismo de cadena del ciclismo granadino, forjado en Maracena con las manos de este noble club. Sobre esa sólida cadena se han ido acoplando pedales y mecanismos de transmisión que bien impregnados con la más pura esencia y con aquellos valores fundacionales de ilusión y compañerismo, otorgan sentido a la grandeza adquirida por este deporte en la actualidad.

Buenas tardes amigos y amigas del Velo Club Maracena. Una temporada más, y van 40, desde que este club iniciase su andadura por las carreteras de la provincia. 40 años que queremos festejar cada domingo recordando y homenajeando a aquellos jóvenes que, cargados de ilusión, sembraron las semillas de lo que ahora es el Velo Club, un club  fiel a sus principios de unión, amistad y compañerismo. Un club capaz de unir en una especie de fusión tradición y modernidad. Un club a la vanguardia de las nuevas tendencias pero sabiendo de donde venimos, que es lo más importante al fin y al cabo.

Como muestra un botón. Hoy, primer domingo de febrero comienza la temporada y la tradición manda visitar a la patrona, la Virgen de Dorleta, este año en el Suspiro del Moro. Nuestro club, fiel acudía a temprana hora, ramo de flores en ristre a la tradicional ofrenda floral en un ambiente festivo, a pesar del fresquito matinal y del madrugoncillo pero que nos ha servido para rodar todos juntos, los 47 que hoy asistiamos entre propios y extraños, y en armonía primero hasta el lugar donde se encuentra la Imagen para después de un breve parada en el Mayerling rodar cada cual a su ritmo hasta un improvisado reagrupamiento en  Santa Fe.

El grupo, posando junto a la Virgen de Dorleta en el Suspiro del Moro

Y es que el Velo Club es ese pequeño rincón de las grandes gestas deportivas, aquellas que realizaron y realizan a diario cada uno de sus deportistas, ciclistas de cualquier edad, desde entonces y para siempre. Muestra de ello es que la familia va creciendo. Ya somos 58 los componentes del grupo (y subiendo).

¡¡¡Feliz temporada amigos!!! Nos vemos en la carretera.

FOTOS