domingo, 27 de septiembre de 2020

Domingo 27 de septiembre: CIRCUITO DE PARAPANDA

 


Saludos compañeros. Último domingo de septiembre, primero del otoño y esto ya va oliendo a finiquito de una temporada, la del año 2020, que pasará a la historia por los acontecimientos por todos conocidos.

Hoy teníamos un legendario recorrido. Todo ciclista que se precie (mejor dicho, cicloturista) ha de haber subido de un modo u otro el mítico alto de Parapanda por cualquiera de sus dos vertientes, ya sea por la peña de los gitanos o, como ha sido en nuestro caso, por Illora.

Subir a Parapanda, a parte del espectacular trazado, tiene su aquel.
Si enfilas desde Obéilar, prácticamente todo es subida. Los primeros escarceos se producen nada más pasar los arcos del Molino, cuando el terreno apenas se inclina un 2%.

A priori,  parece poca cosa pero como te echen el gancho, como normalmente se suele decir, y te presentes en Illora con el gancho echado, ya no ha remedio.
Quizás por eso, hoy se ha rodado de manera tan inusual como conjunta, todos al unísono desde la salida de Maracena, pasando por Albolote, Atarfe, la silenciosa, Fuente Vaqueros, Valderrubio, Escóznar y Obéilar donde, algunos (entre los que se encuentra este que os cuenta) ha aplicado el sabio refrán de nadar y guardar la ropa.

Otros, como es normal, metían la directa rumbo a la cota prima del alto de Parapanda, imagino que con un pedaleo machacón y devastador, motivo por el que no hay registro fotográfico de dicha grupeta.

Los que hemos optado por tomarnos las cosas con más tranquilidad, enfilábamos las primeras rampas, ya en Illora, con un repechillo que llega al 11%  desde la rotonda hasta la imagen del patrón de Illora, San Rogelio, donde una vez girados a la izquierda, vuelve a picar, ahora al 13%. 

El paso por el pueblo, con sus cansinas rampas hasta llegar prácticamente hasta pasado por el cuartel de la Guardia Civil, se hace con un sostenido porcentaje mencionado hasta que ya divisas los tejados de la localidad a tus pies.
Desde ahí, hasta arriba, esperan 5.5 km machacones de verdad. El primero con un 12% y el resto, alternan rampas algo más suaves con alguna que otra más exigente.

Una vez coronado el alto, unos, regresamos por donde hemos subido buscando el merecido avituallamiento en el surtidor de Santa Ana, hoy cerrado a cal y canto, al igual que prácticamente todos los establecimientos de la localidad excepción de uno, que estaba bien colmado de parroquianos por lo que se ha dispuesto, no sin antes avisar a nuestro responsable de seguridad en el vehiculo, dirigirnos a Obéilar.

Otros, los que han realizado el circuito completo, una vez coronado Parapanda, han realizado el descenso por la peña de los gitanos con dirección a Puerto Lope e Illora.
El grupo  de nuestros veteranos, daban por concluida la marcha en Illora, con el mismo pundonor que si hubiesen recorrido el circuito completo.

Mencionar la aparición de nuestro compañero Goyo, perdido en el tiempo un par de años, pero que ha llegado con toda la artillería (la suya) preparada con despiste en Illora incluido.

 
Eso si, rodar, ha rodado bastante bien dadas las circunstancias, cosa que nos ha alegrado, y particularmente a este que os cuenta.

A ver si hay constancia y nos brinda felicidad con su presencia.

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domingo, 20 de septiembre de 2020

Domingo 20 de septiembre: RESTAURANTE EL ZEGRÍ

 

Pues bien compañeros. Aquí estamos de nuevo, como cada domingo en horario vespertino para contar los avatares de la ruta oficial del club.

Último domingo del verano de 2020, que nos recibía con una mañana fresquita, lo que ha propiciado que más de uno, y de dos, apareciese con manguitos y chaleco que no nos hemos desprendido a lo largo de todo el recorrido, al menos yo.

Hoy tocaba El Restaurante el Zegrí. Alguna vez he comentado cuando elaboramos el libro de rutas. Normalmente es en enero. Esto no tendría importancia si no fuese por la dichosa pandemia que este año nos tiene de aquella manera.

Digo esto, porque este destino dejó de ser habitual el día que la autovía se tragó aquel emblemático local que había en el no menos emblemático puerto del Zegrí (de ahí su nombre).

Al puerto si hemos ido alguna vez que otra pero a esta nueva ubicación del restaurante, no. Hemos pasado camino de Noalejo pero nunca hemos parado.

Todo esto viene porque allá por enero, como decía, dispusimos con buen criterio de incluirlo en el calendario de rutas dándole algo más de "vidilla" a los pueblos de la zona que normalmente no pasamos.

Pues bien, como todos sabemos, durante el confinamiento hubo establecimientos que se dedicaron a proveer de víveres y aseo a los transportistas que se encargaron de que no nos faltase de nada en los supermercados y demás negocios destinados a productos esenciales. 

Uno de ellos fue este, el Restaurante El Zegrí. Suerte la nuestra de haberlo incluido en el calendario. Y por cierto, muy bien que se está alli, de lujo. Un trato familiar, super agradable y eficaz.

Hasta la persona encargada de la limpieza de los aseos, una chica de Noalejo (según nos ha comentado ella misma) estaba con la mejor de las sonrisas y amabilidades para con esta tropa de descerebrados que entran en el lugar como si no hubiese un mañana.

Para ir hasta allí, partíamos con dirección a Albolote, El Chaparral, Cubillas, Deifontes, Iznalloz, Venta la Nava, Poloria, Dehesas Viejas, Campotejar y en dirección a Noalejo, restaurante el Zegrí. 

El regreso, por Benalua, Colomera, Cubillas, Albolote y Maracena, donde una vez allí, cada cual a su templo.

El domingo que viene, otra clásica. El alto de Parapanda, con circuito incluido.


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domingo, 13 de septiembre de 2020

Domingo 13 de septiembre: CIRCUITO DEL LEGIONARIO

 

Foto de familia  a la salida de Jayena

Septiembre se nos ha presentado con ganas de bici. Parece que allá por enero,cuando estábamos elaborando el calendario de marchas intuíamos de algún modo u otro que las marchas exigentes de la primavera serían suspendidas y por contra, en septiembre, mes ya poco estricto para la practica del cicloturismo, sería así como más liviano.

Hoy tocaba el Legionario. Una marcha de esas que las tenemos en la agenda para hacer al menos una vez al año. Y lo hacíamos, como decía en septiembre, lejos de los rigores del calor veraniego con su sobrada centena de kms. por un recorrido reflejado en el rutómetro que nos llevaba de Maracena a Albolote, Atarfe, Santa Fé, La Malahá, Ventas de Huelma (por cierto, no hemos visto la pantera), Agrón, puerto del Lucero y Jayena para regresar por Puerto Nuevo, cruce de la Cabra, Venta del Fraile, Suspiro del Moro, Alhendín Carretera del Barco, Bobadilla y Maracena.

Sorprende sobremanera la cantidad de compañeros que hoy se han dado en el punto de partida que junto a los invitados y allegados sumábamos la cuarentena (no la del Covid-19, sino la cifra numérica de 40) y que prácticamente la gran mayoría han optado por realizar el recorrido completo. Otros, han dado por finalizada la marcha en Agrón (que no está nada mal) y Ventas de Huelma para regresar por el mismo sitio.

Resaltar también que nuestra única compañera, María José, ya no tendrá que soportar sola a la ingente masa varonil con sus chascarrillos (siempre dichos desde el cariño y el respeto, claro está) ya que hoy, y esperamos que muchos domingos más, se ha unido al grupo nuestra amiga Lourdes y al parecer, parece que le ha gustado nuestra filosofía y amenaza con repetir.

También han rodado con nosotros algunos componentes de Marabike y otro de los antiguos socios del club Joaquin Puertas Jr.

Un domingo muy completo de ciclismo, de camaradería y de unión ya que, una vez más, todos vamos a una.

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domingo, 6 de septiembre de 2020

Domingo 6 de septiembre: HOMENAJE A MIGUEL ÁNGEL MARTÍNEZ (huracán de Maracena)


Miguel Angel Martínez, en plena ascensión

La tarde del 17 de julio de 1990 era una de esas tardes con un calor tórrido. Los aficionados al ciclismo se agolpaban frente a los televisores dispuestos a disfrutar del evento deportivo por excelencia de las tardes de verano, el Tour de Francia.

Pasaban las 4 de la tarde cuando saltaban todas las alarmas en Maracena. Miguel Angel Martínez, aquel chaval que creció en sus calles y que era capaz de reventar carreras desde la categoría de cadetes hasta ganarse por parte Paco Galindo,cronista de IDEAL, el sobrenombre de Huracán de Maracena, saltaba de un pelotón cargado de profesionales dispuesto a darlo todo en la etapa reina de la ronda gala.

Y lo hacía a lo campeón, sin miedo. Embistiendo sobre la bici a golpe de pedales devorando kms y escuchando a una enloquecida afición que se agolpaba en las cunetas.

Maracena entera se ponía en pie. Considero que todos gritábamos a una su nombre. Aquellos que lo vimos, y sufrimos, correr en carreras, empujábamos con el corazón como si fuésemos nosotros los que portábamos aquel dorsal 46 anclado a un maillot del equipo ONCE.

Miguel Angel miraba al infinito. Su mirada lo decía todo. Se iba a coronar como un grande. Lo esperaba el Tourmalet, y después, para postre, otro coloso, el Luz Ardiden.

Solo los valientes como él, seguros de sí mismo, serían capaces de tal proeza. Aquellas interminables rampas con pendientes sostenidas de más de 10 % lo ponían a prueba. Por detrás, pelotón a punto de renvetar. Un Perico Delgado en horas bajas decía adiós a cualquier opción de victoria final y un Ciapucci vestido de lider empezaba a flaquear.

Mientras, el huracán soplaba de lo lindo. Devoraba kms. La multitud lo jaleaba encumbrándolo a la cima. 

La clasificación general estaba en juego. Greg Lemond, aquel rubio estadounidense flaquito vió su oportunidad lanzando un ataque certero a la misma linea de flotación del pelotón. El huracán coronoba en loor de multitudes el mítico Tourmalet e inciaba un vertiginoso descenso que ni las motos de la organización podrían seguir.

Al ataque de Lemond responden varios pesos pesados del pelotón pero solo aguantan dos. Un tal Miguel Indurain, que cogía el testigo del segoviano, y el "junto de Berriz", Marino Lejarreta.

La batalla estaba servida. En juego, la general del tour del 90, y la gloria. Por delante, Miguel Ángel comienza la ascensión de Luz Ardiden. Se le veía fresco, con un rodar cómodo. Nadaba bien en sus  aguas pero por detrás, la locomotora estaba en marcha un Lemond no estaba dispuesto a dejar escapar la oportunidad de vestirse de amarillo.

El final lo conocemos todos. A poco de la meta, Miguel Angel Martínez fue cazado, víctima de una batalla que no iba con él. Entró en meta en la cuarta posición por detrás de Greg Lemon, Miguel Induráin y Marino Lejarreta.

Cuarta posición que a toda Maracena nos supo a derrota pero que fue toda una demostración de poderio en su máxima expresión.

Y hoy, 30 años después, el Velo Club Maracena, el club de toda la vida de Miguel Angel Martinez le ha rendido un merecido tributo.

La situación sanitaria que estamos viviendo no ha querido que lo celebrásemos como teníamos planeado, ascendiendo en bici hasta aquellos 2115 metros de altitud del mítico Col du Tourmalet. Queda pendiente para temporadas venideras.

En su lugar hemos realizado una marcha especial en la que todo el club ha rodado con un maillot edición especial de tal hazaña.

En los momentos previos a la marcha, Miguel Angel Marténez, ha recibido un cálido aplauso por parte de todos los allí presentes asi como una placa conmemorativa por parte del Excmo. Ayuntamiento de Maracena entregada por el concejal de Presidencia Carlos Porcel y la concejala de Deportes Desiré Velázquez.

Como no podía ser de otra manera, la jornada ha terminado al calor de unas merecidas cervezas.




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