jueves, 8 de septiembre de 2011

Resumen semanal, el martes a Montillana y el jueves (el jueves) a Los Blancares

A petición del bueno de Serafín que se quedó con ganas de crónica el martes pasado vamos con las salidas de esta semana, que han sido dos. Lo mejor es que han sido casi 170 kms entre los días y a un muy buen ritmo. El martes con una media alta y con todo tipo de terrenos mientras que el jueves preferimos una subida suave pero continua con tal de ir preparando la subida a la Hoya de la Mora de este domingo. Al igual que los que ahora voy a nombrar y que hemos salido juntos,  otro grupo también ha decidido salir estos dos días. El martes fuimos cuatro, Marcelo padre e hijo, Serafín y un servidor (Emilio Morales) mientras que el jueves unimos al grupo ya mencionado a Goyo y Javi (Goyito para los amigos) y Gustavo. El otro grupo que también salió fue el compuesto por Paco Negro, Narváez, Flores y Nívar, por supuesto a Láchar el martes y el jueves con la discusión de si ir a Láchar directamente o pasar previamente por Olivares. Menuda disyuntiva.

Nosotros habíamos fijado en el calendario salir a Noalejo el martes y así lo hicimos. Sin embargo la presencia de Marcelo hijo nos hizo desistir de tal empeño ya que el chaval está todavía tierno para caminatas de más de 100 kms. Aún así ha de ser un alivio salir con tu hijo, sobre todo de cara a la parienta. Hoy se han dado además los dos casos de padre e hijo. Según me cuentan la mujer de Marcelo le dijo hoy "ten cuidao con el niño, vamos no quiero ni pensar que le pase algo a mi niño". La mujer de Goyo le dijo hoy a Javi "ten cuidao con tu padre a ver si le pasa algo, no quiero ni pensar que nos de el día". Como veis casos muy parecidos. Bromas aparte. La caminata a Montillana es ES-PEC-TA-CU-LAR, me encantó, además de que creo que la voy a hacer más de una vez pienso que hemos de darnos la paliza de una vez llegados allí tirar a Alcalá la Real por el camino de Trujillos y Frailes tal y como nos invitó un lugareño. Por cierto, nada más llegar nos encontramos con un tío de Maracena, 'ozú que pollas' estamos en todos lados. Destacar el excelente estado de forma de Serafín que da miedo, el día que el colega salga descansado (hay que recordar que se tira trabajando toda la noche) nos come con papas. Lo que pasa es que tanto él como Marcelo han sido ciclistas de verdad, no como yo que soy un globerazo, y tienen el gen de la solidaridad y ahí van esperándonos a los demás. Marcelo padre muy retraído ese día por estar recuperándose de la marcha de Huétor y por ir esperando a su niño (seguro que con la advertencia de su costilla resonando en las sienes, jaja) y algo más suelto hoy, bueno, hoy esperándonos a Goyo y a mí, jaja.

En cuanto a la salida de hoy pues dos grupos diferenciados: los que han decididos dejarse putear por Serafín y los que hemos escogido la vía más inteligente, seguir a Goyo, es decir, el propio señor secretario de la peña, servidor y Marcelo padre. Marcelo hijo ha hecho un conato de quedarse con nosotros pero no lo hemos dejado. Los machacas nos han esperado en la presa, parecía un intento de que fuéramos todos juntos, pero no, los hemos dejado ir camino de Los Blancares otra vez. Destacar que desde antes de llegar a Quéntar hemos visto a un chaval con su MTB tirar para arriba y no le dábamos alcance. Al final lo hemos pasado poco antes del pantano, pero el tío no se ha despegado mucho y sin calas, con un pantalón de deporte normalito, nada de culotte con badana ni nada, el chaval ha llegado a Los Blancares mientras nosotros nos hacíamos las fotos y ha seguido camino de La Peza, tal y como le he prometido, pongo la foto. En la cima he contado el chiste del tío que rompía nueces con la po..., recordádmelo que os lo cuente.

Nada más llegar a Tocón, las risas. El pobre barman imaginaos, en Tocón, sin casi habitantes, un jueves, 10:30 de la mañana, ni un cliente y aparecen siete ciclistas, muertos de hambre y de sed. El tío ha salido como las balas a limpiarnos la mesa, poner sillas y atendernos como suele hacerlo, excelentemente. Se sientan todos y le digo "Maestro, siete vasos de agua del grifo y mu ligero que tenemos bulla", las carcajadas han sido sonoras, incluso las de él. Nos ha servido unos Aquarius y unas cocacolas, he contado el chiste del náufrago, se han partido de risa, Serafín pensé que se atragantaba, y hemos seguido.

A la vuelta todos juntos, alguna foto y llegando a Granada dice Javi, ahora veréis por qué le digo Goyito, "¿qué? ¿subimos a la Alhambra?", ahí está, con dos cojones, y dice el padre "Vamos", me mira y dice "¿no, o qué?" y te ponen una cara de 'joé que no hemos salido en tol verano' y claro, pues todos para la Alhambra por la Cuesta de las Vistillas de Los Ángeles que pasado el semáforo, se pone duro, concrétamente en la puerta del Carmen de Conchita Barrecheguren, al final hasta el mismo cementerio. Yo casi me daban ganas de quedarme allí. Lo peor del día atravesar Granada. En fin, que una salida perfecta, la compañía de lujo aunque hemos echado en falta al Grandón y a mi tocayo, nos hemos acordado de ellos, yo concretamente a Antonio que es mi compañero de fatigas y caídas, y a los demás. Pero como dice mi tocayo, hoy ha sido así, otro día será de otra forma. Y ahora me voy que tengo que ver al Cebailla que me ha preparado una bici pa mi niña. Ale, ahí os quedáis.

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