En dias como el de hoy, después de un día de trabajo como otro cualquiera, y viendo que el tiempo no lo impide (ya usamos terminología taurina y todo), es cuando te das cuenta de lo grande que es este deporte. Puedes ir solo, con amigos, con compañeros del club o simplemente con el primero que te encuentras en la carretera porque una cosa si es cierta, el ciclismo y la amistad no esta reñida en absoluto. Resulta que hoy, como decia, he salido con las mismas ganas que si no hubiera salido en dos meses, y he salido con un compi del trabajo. El bueno de Jose Manuel (el titi para los amigos); un ciclista clásico, el tio con más pundonor que conozco encima de la bici. Hemos decidido hacer el circuito de la Malahá desde Armilla por las Vegas hacia Santa Fe y desde ahi por la carretera nueva hacia arriba hasta el Mayerling. Comentaba lo de antes, porque se nos ha unido un compañero que no conociamos en Santa Fe, y en tres pedaladas como si nos conocieramos de toda la vida. Alli que se ha venido el tio, con nosotros. Con un par....
Ni que decir tiene, que el aire de hoy era de los llamados porculeros. Nos ha dado por todos los lados. Ni un solo km a favor, y en esa carretera es mortal cuando sopla de cara. El bueno de Jose Manuel aguantando mecha como solo un sufridor puede hacerlo. Maquina del chorizo tirando para arriba con un tren cansino y constante y él ahi, detras del muro que es mi espalda y aguantando. La sorpresa viene en el Mayerling; Me ofrece seguir un poco más y subir a Otura (que ya no recordaba esa pesada subida), a Dilar y bajar por Gojar a Ogijares y de ahi a Armilla.
Al final, llegada sin incidentes como siempre y cafelillo para comentar el recorrido. ¡Que grande es este deporte!.
En la foto, el abajo firmante con el amigo Jose Manuel en la Cafeteria con más tradicion ciclista de Armilla, la Cafeteria Parra (en pleno centro del pueblo).
El Titi con la maquina del chorí, en una cafetería de Armí.
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