Pues aquí estamos compañeros. Volvemos a la rutina dominical, en la sesión vespertina para narrar, hoy desde el coche de apoyo ya que uno tenia el alto honor y privilegio de ser el delegado de marchas, lo acontecido en una jornada ciclista que, a priori, se presentaba desapacible con ingentes amenazas de lluvia y que el viento, aunque molesto, hoy aliado, ya que no ha dejado que las nubes se parasen para su descarga.
Había ganas de bici, de batalla y de gallitos. Prácticamente la totalidad de los asistentes optaron por el recorrido completo pero una incorporación in extremis de nuestro querido compañero pepe, que a base de pundonor vuelve a la bici después de varios meses de rehabilitación tras la dura caída que tuvo allá por principios de julio.
Decia, que todos iban a recorrer la tramo completo, pero debido a tal incorporación, y haciendo gala de uno de los pilares de nuestro club, algunos compañeros han decidido escoltar al susodicho para hacerle mas llevadera la jornada velocipédica.
Los demás, juntos hasta las primeras rampas de la ascensión a Güevejar donde el compacto grupo se ha fraccionado en dos o tres grupetos capeando cada cual con su estado de forma las incisivas "rampillas" de la subida.
Tras un breve reagrupamiento, el resto del recorrido en la ida ha sido cómodo rodando al ritmo que se suele rodar a estas alturas de la temporada.
Tras una breve parada en Deifontes, se inicia el regreso, todos juntos, y con pocas ganas de "tralla", ya que la temporada es muy larga y sobretodo, resguardándose todos entre todos del viento reinante que no cesaba en ningún tramo del trayecto de vuelta.
La semana que viene, toca CHIMENEAS, con un circuito de entrada por Santa Fe y la La Malahá con paso por los desiertos.
Como sople por allí como hoy por aquí, estamos arreglados.
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