Fieles a la tradición, y como no podía ser de otra manera, el club ha respondido a la invitación que desde la Cafetería Bar Los Martínez se hace con motivo de la festividad San Antonio, Patrón de Los Olivares.
Por supuesto, esta marcha estaba puesta en el calendario de rutas y que transcurría practicamente por toda la vega granadina pasando por Granada, Belicena, Santa Fe, El Jau Romilla, Cijuela, Lachar, Valderrubio, Fuente Vaqueros, Pinos Puente y Los Olivares donde la familia Martínez, capitaneada por el amigo Paco nos ha agasajado como solo gente como ellos saben hacer. Bocadillos de lomo, refrescos, sitio fresquito, música de ambiente festivo y un sin fin de peñas y amigos del pedal allí disfrutando de tan cortés gesto.
La visita ha concluido con la tradicional foto de familia y con la entrega a la familia Martínez de una foto enmarcada con los visitantes de nuestro club que visitaron las fiestas el año pasado.
El regreso, con un calor impasible, vía Pinos Puentes, Caparacena, Pantano del Cubillas, Albolote (con carga incluida) y Maracena.
A PROPÓSITO DEL AMIGO FLORES
Paralelamente a los actos organizados por el club, y teniendo como aquel que dice el cumple de nuestro más insigne y querido socio, Antonio Flores a la vuelta de la esquina ya que mañana lunes cumple la friolera de 87 añazos, nuestro compañero Manuel Ramal, confaludándose con la Cafetería Los Martinez, cursó también invitación al cumpleañero para que asistiera al festín de bocadillos (que dicho sea de paso, tanto le gustan) donde se le haría entrega de unas fotos conmemorativas del homenajeado incluyendo un magnifico trofeo que aportaban los anfitriones.
Pena me da de no haber estado presente, a nivel personal, ante tan bonito gesto ya que soy amante de este tipo de actos y como no, si es de un luchador como "el Flores" pues más aún.
Al igual que yo, imagino que todos y cada uno de los que integramos este gran club y así creo que lo hemos demostrado en numerosas ocasiones.
Al ser un acto organizado de manera paralela, sin tener en cuenta los horarios y viendo la temperatura que hacía, no hemos tenido más remedio que partir sin ver llegar a nuestro insigne amigo, que llegaba en coche acompañado de su nieto, apenas 15 minutos después de partir el grupo de Olivares.
De haberlo sabido, a buen seguro hubiésemos esperado todos pero la incertidumbre de la hora de llegada (que nadie sabía concretar), junto a que llevábamos más de una hora allí con el añadido de la temperatura que hacía, no hemos podido más que partir sin poder acompañar a nuestro amigo.
Estoy seguro que Antonio lo entenderá.
Aún así, igual cae homenaje sorpresa, ¿quién sabe?
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