El nutrido grupo, inmortalizado en la entrada de Benalúa de las Villas. |
Amigos, simpatizantes y compañeros del Velo Club Maracena. Si algo está destacando esta temporada, entre otras cosas, es la participación. Y no solo se participación a secas. Participación con todas sus letras, aportando esa dosis extra que todo club necesita por parte de cada socio.
Este año da gusto rodar. Y eso no quiere decir que otros años no gustase, no. Quiere decir que es una delicia ver en los inicios de la marcha, un pelotón superando la treintena, todos iguales, compartiendo y departiendo chascarrillos y dimes y diretes sobre el mundo mundial.
A veces, el pelotón se convierte en un mentidero propio de barbería de la época donde se hilvanaba con hilo fino cada bloque del noticiario de papel que algún voluntario iba relatando a "vox populi" para deleite del personal.
Claro, hoy no había periódico de por medio. Encima de la flaca lo veo harto complicado pero como si lo hubiese. Cataluña, como es normal es la actualidad estrella, junto con algunas que otras que variaban desde los cabeza de fila política (vaya nivel que tenemos en este pais que es España) hasta las deportivas donde el amigo Rai (nuestro clasicómano por excelencia) nos ha recordado que estamos en tiempos de clásicas relatándonos que ayer sin ir mas lejos tenia lugar una de las más emblemáticas, la del tour de Flandes, con sus recorridos por trazados de pavés, caminos rurales y agrícolas,
Y en ello estábamos, rodando tranquilos, en grupo compacto, de noticia en noticia cuando alguien ha dicho: "voy a poner al personal nervioso" y ahí se ha terminado el telediario. Se sube el ritmo, se estira el pelotón hasta limites insospechados y a volar. Tres o cuatro grupetos, bien nutridos de componentes y a solventar de la mejor manera posible el trance.
Hoy nos ha llevado la ruta hasta Benalúa de las Villas, en las mismas puertas de la comarca de los Montes Orientales.
La mañana aparecía tranquila. Buena temperatura y poco viento. El paso por el Cubillas nos deja una estampa idílica de un pantano casi a rebosar con todos los matices cromáticos posibles reflejados de unas sierras que lo rodean comandadas por nuestra querida Sierra Nevada.
Destaca, una vez tomado el cruce de Colomera como los almendrillos reclaman su protagonismo apareciendo con todo su esplendor floral en una apabullante minoría entre un protagonista mar de olivos que domina toda la comarca.
El paso por Colomera no deja indeferente a nadie. Luce esplendorosa con una luz, hoy líompia, que casi daña la vista debido al reflejo de sus encaladas fachadas.
Un rápido descenso hasta la fuente del Cristino y vuelta a empezar. Una cómoda ascensión a puerto Guerra nos pone a los pies del pantano de Colomera, con su velador constate, Cerro del Cauro.
A veces uno piensa, esto de vivir en Granada es un lujo. A pocos km. de la capital, vayas para donde vayas, que riqueza paisajística tenemos. Y esto de la bici, nos brinda la posibilidad de vivirlo en primera persona, con su consabido deleite para los sentidos.
La llegada a Benalúa de las Villas, vertebrada en tres grupos se ha hecho de modo escalonado. Y aún siendo así, entre los más de 30 de nosotros, así como los amigos de la "Agrupa" (Agrupación Cicloturista Granadina) que también andaban por la zona y algún que otro grupeto que por allí ha aparecido han dejado sin resuello a un pobre camarero, a la vez que regente, del bar del lugar, culé de corazón, que hoy reflejaba una sonrisilla a base de muecas y reojos entre los parroquianos madridistas (que por cierto hoy estaban muy calladitos y cabizbajos)
El regreso, muy cómodo hasta la llegada la ascensión de Colomera que ha sido un vuelta a empezar. Nuevos grupos y nuevos ritmos.
Al final, todos reagrupados en Albolote, como debe ser, y con el buen sabor de haber pasado un buen domingo de bici. Que más de puede pedir.
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(las fotos de hoy, de Antonio Gutierrez, Jose Maria, Francis Galdón, Rafa Malagón, Manuel Ramal, Rafa Moral y Enrique)
Magnifica narrativa, Enrique, como suempre y una fabulosa jornada de bici. Es un privilegio para mi,pertenecer a este veloclub, con tan buena gente.Deseando q llegue el proximo domingo, si Dios quiere
ResponderEliminarSublime esta crónica descriptiva de rodadores granadinos de un grupo de altura. Cierto es Enrique, este año nos encontramos inmersos en un pelotón alegre que contagia el pedal. Felicidades.
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