Segunda jornada del mes de julio. Un mes mermado por las ausencias características de la época que es debido al carácter estival y por tal motivo, la playa, los chiringuitos y a muy mal venir la cosa, el calor, más de uno deja en segundo plano este noble deporte que es el ciclismo.
Hoy tocaba circuito de Moraleda entrando por la vega lorquiana, atravesando el corazón de pueblos como Fuente Vaqueros, cuna de nuestro más ilustre poeta Federico García Lorca y Valderrubio, localidad que sirvió de inspiración de obras teatrales como la Casa de Bernarda Alba.
El paso por la vega lo completamos con los municipios de Escóznar y Obeilar.
Hasta ahí, el ritmo constante mantenido ha pasado a un ritmo selectivo dejando el grupo partido en varias grupetas en los cansinos "llanos" que nos llevan a Illora y Alomartes, donde los veteranos del club han dado por finalizado el recorrido de la ida para volver por el mismo sitio con parada en la fuente de San Rogelio donde se ofrece sombra y agua fresquita al viajero.
El resto, una vez bajados a Tocón, desvío hacia Brácana y rápido descenso hasta el río donde nos esperaba una rampilla de apenas tres km pero que si no la conoces te pasa factura.
Un tramo entre trigos ya segados, rastrojos amarillos y algún que otro almendro nos lleva a la subida a Loreto, a pie de autovía, donde una vez pasado el puente damos por concluida la ida en Moraleda, con desayuno y control de firmas incluido para iniciar el regreso acariciando la comarca del temple bordeando el mismo canal de Cacín.
Una nueva rampa, nada más salir de Moraleda y un rápido llano entre pinos nos lleva al Turro, donde reagrupamos al rebaño para inmortalizar tan corta visita en el característico peñón que nos recibe en la entrada junto a un mezquino pilarillo que apenas acierta a aportar un chorrillo de agua no apta para el consumo, según nos advierte un lugareño que tiene a bien para su vehículo para indicarnos que unos metros más arriba, en el pueblo, si hay una fuente con todas las de la ley para poder saciar la sed de todos y cada uno de los sedientos (y sedienta) miembros del grupo de hoy.
Tanto el paso por el pueblo, el pilar se ha quedado para mejor fecha, pues ninguno, aún sedientos como decía, ha osado parar medio minuto siquiera para rellenar los mermados bidones que portaban sus bicis, como la salida del mismo con su rampa de apenas dos km primero asi como los cinco cansinos y desmejorados km posteriores hasta el Castillo de Tajarja han servido para volver a disgregar en tres un grupo que hoy se resistía a rodar unido.
Una vez llegados a la localidad, rápido descenso hacia Chimeneas y de ahí a Chauchina, Santa Fé y Mercagranada, donde después de un escueto reagrupamiento ya que algunos suben para Albolote por Atarfe, cada cual a su templo, ya sea cervecero o de reposo.
A MODO DE REFLEXIÓN
Alguien dijo una vez que es muy difícil ver a un niño montado en una bici que no vaya sonriendo. La flaca aporta esa dosis de felicidad que, aún soportando nuestras piernas el peso de los kms, y como en el caso de hoy, además de las rampas, el peso del calor, nunca nos borra la sonrisa de la cara.
Hoy me ha tocado vivir desde el vehículo de apoyo la ruta por lo que he podido advertir lo que normalmente no nos damos cuenta cuando vamos encima de la bici.
Como muestra, un botón. Después de varios tramos exigentes de subidas cansinas, de llevar ya km penando con el calor, al final de la última subida de la ida, el paso de uno de los grupetos marcaba la explicación de esta reflexión. La cara de cada uno de los inmortalizados partícipes de la foto lo dice todo.
Quizá ahí resida la esencia de este deporte.
Las fotos de hoy, de Manuel Ramal, Rafa Moral y Enrique
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ResponderEliminarRealmente, así es. Así sucedió la jornada y así ha quedado magistralmente relatado. Gracias por tu tiempo y por tu dedicación Enrique. Todo esto tiene un valor incalculable, la historia reciente de este club nos queda aquí semanalmente perpetuada en tus crónicas y en las fotos. Quizás ahora, por lo reciente de los hechos narrados, no le demos todo el valor que tiene pero el valor documental e histórico es incalculable, sin lugar a dudas que tu trabajo será de utilidad para estudiosos futuros de este noble deporte velocipédico.
ResponderEliminarGracias y enhorabuena por tus fotos, son de 10 y tu crónica de 11.
Por cierto, además de lo todo lo bueno ocurrido en el plano deportivo y grupal, hoy fue también un día excelente en el ámbito del ecosistema por el que hemos transitado. Pocos días tenemos la suerte de observar dos conejos, una liebre y un gran lagarto verde que bien temprano ya buscaba su sol allá por las tierras de Brácana.
Ciclismo y vida natural, algo tan íntimamente relacionado.