Había ganas, y muchas, a decir verdad. Es lo que tiene estar tanto tiempo en el dique seco aunque la mayoría no han dejado de pedalear de un modo u otro. Pero no es lo mismo. Ponerle cotas a la bici es como ponerle ventanas al campo o lo que es peor, diques al mar.
La bici necesita su espacio, su movimiento y encorsetarse en un circuito perimetral sólo calma un poco las ganas pero te deja siempre ese saborcillo agridulce.
Y hoy, después de tanto tiempo, se abría la veda. Se levantaban, contra todo pronóstico las restricciones de movilidad y como miuras saliendo de chiqueros en la maestranza nos hemos lanzado.
Eso si, respetando todas y cada una las medidas de seguridad anti COVID establecidas. No agruparse en más de 4 personas, mascarilla en todo momento en los puntos donde no se está practicando ciclismo y salida escalonada de todos y cada uno de los socios que hoy se han presentado en el punto de partida de esta marcha a Alomartes, a priori programada en el calendario de rutas de este año pero con la vitola de marcha oficial quitada, es decir, no era puntuable para la clasificación por puntos.
Dicha decisión fue tomada a última hora por la Junta Directiva para respetar la tradicional primera marcha de la temporada que debió celebrarse el primer domingo de febrero y que, como es bien sabido, tuvo que se aplazada por las mencionadas restricciones.
Por tal motivo, hoy, libres de perímetros, se acordó rodar sin carácter oficial dejando para el domingo que viene nuestra tradicional ofrenda floral a la patrona de los ciclistas, la Virgen de Dorleta aprovechando así la jornada para dar el pistoletazo de salida.
Así que, compañeros y compañeras, iniciamos esta gran aventura ciclista, comienza la temporada 2021.
Nos vemos en la carretera.
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