domingo, 19 de septiembre de 2021

Domingo 19 de septiembre: EL ZEGRÍ

Foto de familia a las puertas del Restaurante El Zegrí

Comentaba yo hoy con el compañero que me ha tocado en suerte al lado que no es otro que "Pepe-Patxi (gran tío por cierto), en los albores de la marcha, cuando la temperatura es aún fresca y puede respirarse la inminente llegada del otoño, en esos primeros kms de la ruta donde todos vamos con todos y el pelotón es un hervidero de chascarrillos, dimes y diretes, risas y comentarios varios, que se está perdiendo poco a poco eso de usar las palabras que tan entrañables suenan y que por carecer de ciertos tintes anglosajones caen en desuso y por ende, en el olvido. Me refiero a la expresión Zagal, o en nuestro caso, Zagales. Este tío, el bueno de Pepe-Patxi (se escribe así ¿no?), resulta que la usa a menudo para dirigirse al personal, ya sea en forma de saludo, comunicación o advertencia. Dicho esto, uno que es un enamorado de la palabrería de por aquí (y la de por allí también) me lanzo al ruedo y me vengo arriba en banderillas para decirle que la crónica de hoy (y muy posible y más que probable las siguientes también) comenzará con un Buenas tardes Zagales, así que ahí va.

Buenas tardes Zagales. Aquí estamos de nuevo, como viene siendo habitual cada domingo, para culminar la marcha de hoy que, como bien se comentaba también esta mañana, la marcha acaba con la crónica, las fotos y los puntos.

La ruta de hoy nos llevaba hasta el Restaurante El Zegrí, ubicado en los límites con la provincia de Jaen, a pie de autovía y que se ha incluido en el calendario de ruta al ser un recorrido que cuenta con todos los alicientes para echar una buena mañana de bici.

Este restaurante saltó a la palestra (junto con otros de la geografía nacional) por su posicionamiento durante el gran confinamiento de la pandemia. 

Resulta que tuvo a bien mantener abierto el establecimiento (cuando los decretos no lo permitían) para ofrecer comida y descanso digno al colectivo de transportistas y personal de logística que mantenía nuestros supermercados abastecidos. 

Nuestra intención de hoy era, además de practicar nuestro deporte favorito, homenajear de una manera simbólica al personal de establecimiento en cuestión pero al final no ha podido ser.

Para llegar hasta allí, partíamos desde Maracena a las 8.30 con dirección a Albolote, El Chaparral (donde se nos han unido los del frente norte, cada vez más numeroso), El Cubillas, Colomera, Puerto Guerra, Benalúa de las Villas, Venta de Ándar y Restaurante El Zegrí.

Hoy se comentaba en los mentideros del pelotón que posiblemente estábamos ante la marcha con mayor asistencia de la temporada. Entre propios y extraños (léase aquí invitados) se contabilizaban 42. Pues he de decir que no es la marcha con más participación. De hecho, del club éramos 33. Lo que si es verdad que es en otras ocasiones el personal se reparte en varios establecimientos al elegir los destinos alternativos de la marcha. Hoy, al ser lo que era, todos hemos llegado al mismo sitio, a la misma hora por lo que daba la sensación de que la participación era las más alta de la temporada.

Aún así, el buen rollo reinante (no es fácil mantenerlo encima de la flaca) y el buen día de bici que nos hemos "raspao" a buen seguro mantendrá este día como uno de los más recordados.

AL LLEGAR AL BAR

Unas pobres criaturas currando en un local donde paran el ciento y la madre. Unos, con sus camiones, trabajando. Otros, con sus coches, de viaje y otros con sus bicis, a echar la mañana. 

Seguramente están allí desde bien empezado el día. El protocolo de atención al público lo tienen, o tendrán, bien estudiado. De los típicos cafés con tostadas y algún que otro bocata no sale ni Dios. Son horas de desayuno. La hora clave, las 10.30. Quien ha madrugado para viajar, quiere desayunar. Hace un alto en el camino y aprovecha para estirar las piernas. Y llega la marabunda. Cuarenta y tantos jamelgos (y jamelgas) en bici, vestidos de amarillo entran en tromba a la barra (la gran mayoría sin mascarilla, entre los que se encuentra éste que relata), y se vuelven locos pidiendo como si no hubiese un mañana. Lo queremos todo sobre la marcha. Te he pedido un café, así que deja lo que estés haciendo y pónmelo ligero que soy ciclista y que tengo bulla. Pues no. La cosa no funciona así. Por mucho personal que haya en el local, es imposible atendernos a todos para que nos de tiempo a pedir, servirnos, comer, ir al servicio y hacernos las fotos de rigor en no más de media hora.

Digo yo que habrá que ser consecuentes. Las pobres muchachas no daban abasto. Ni avisando, como también se comentaba allí, conseguiríamos nuestros propósitos.  

La realidad es que se hace lo que buenamente se puede y si toca esperar, pues se espera uno y ya está. Nosotros partimos y allí se queda el personal diciendo eso de tanta gloria llevéis como descanso dejáis. 

Por tal motivo, el homenaje ha quedado solo en la presencia ¡y que presencia! de nuestra gran familia que hoy, en el regreso, tal y como muestra la foto, ha rodado junta y compacta (ocupando incluso en algunos tramos, el carril contrario de la carretera, muy mal por cierto).

Gran día, si señor.

El gran pelotón, unido, camino de casa

FOTOS                                         Ruta RELIVE

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