domingo, 9 de marzo de 2025

Domingo 9 de marzo: EL SOTILLO

Hoy era uno de esos días en los que la probabilidad de coger la bici era, si acaso, para limpiarla y poco más porque ni en las mentes más positivas se albergaba la posibilidad de vestirse corto (o de largo, según se mire) para cumplir con el calendario de rutas que nos marcaba El Sotillo, que, por si fuera poco, es junto a Blancares, una de las ratoneras granadinas por excelencia.

Pues después de las clásicas pesquisas mirando móviles para ver que se podía hacer con este tiempo tan loco que nos trae marzo y viendo que llegaban las 9.00 h, nos vestimos unos cuantos, en total una quincena, más los delegados de marchas y allí que nos hemos presentado. 

La cosa pintaba bien. No se veía mucha complicación en el cielo y se podía asumir que alguna gota nos pudiese caer. Eso sí, el suelo estaba más que mojado por un inoportuno chapetón que iba delante nuestra. El grupo decide rodar todos juntos por si las moscas. 

En la ida, con algunos rayos de sol incluso y con un viento muy favorable nos ha llevado hasta Iznalloz más a gusto que en brazos. Una vez en el pueblo, cada cual ha cogido el ritmo más cómodo hasta llegar arriba. La subida ha sido muy tranquila, sin nubes que amenacen lluvia y con un asfalto seco lo que ha propiciado que lleguemos de manera tranquila.

La bajada, muy rápida hasta el punto establecido para el desayuno y posterior control de firmas. Un desayuno rápido, muy bien servido y muy bien atendidos en la cafetería la Pericana (habrá que tomar nota para años posteriores). 

Todo eran risas y chascarrillos propios de una "maná" de "ezocupaos" que no tenían bulla por volver. 

Confiados en que lo peor ya había pasado, nos disponemos al regreso. Pasamos el pueblo, con sus adoquines y sorprendía la ausencia de personajes postrados en la esquina del consultorio. Mal asunto. ¿No hay gente?... chungo. Normal. Empezaban las primeras gotillas, apenas insignificantes. Un viento frio de cara a veces, y de costado otras, nos obliga a doblar el lomo para buscar resguardo en el compañero de delante. La llegada a Deifontes, fácil, con la tímidas gotas de lluvia que ya no tan tímidas. Seguimos rodando de manera compacta, con buen ritmo. La media, aunque no lo parezca iba bastante significativa para ser el día que era. 

Pasamos la rotonda de la autovía y enfilamos para Arenales. Las gotas de lluvia habían perdido todos los complejos y empezaban a caer con intensidad. Mano a los chubasqueros. Unos ya los llevaban puestos, como el "zapa" que se lo puso el día de la Pandera y todavía no se lo ha quitado. Otros paran, para ponérselo, otros se lo ponen sin bajarse de la bici y otros esperan el mejor momento para parar que ha sido debajo de la autovía, llegando casi al toro de Osborne. El sitio, a resguardo ha servido de improvisado reagrupamiento hasta que llegaran los que pararon en Arenales.

Citar que hoy llevábamos dos coches. El de la peña con los incombustibles Miguel y Joaquín Puertas y otro particular, el de Andrés, que hoy se debutaba de Delegado y lo ha hecho con sobrada solvencia. Si hubiese sido una corrida de toros en la Maestranza sales por la puerta del Principe, Andrés.

Por el pantano ya caía plana y con más frio. Pero seguíamos como la guardia pretoriana, todos juntos, apiñados y diciendo que lo que tenga que ser de uno, que sea de todos.

Y así hasta Albolote, que hemos pasado por el punto de reagrupamiento sin mirar y sin pensamientos de parar ni para pedir la hora. Normal.

La llegada al cortijo de cada uno ha sido con algunos tímidos rayos de sol pero chorreando (manda cullons), todos, menos Pepe "el de Jun" que solo le ha llovido llegando a su casa y de manera ínfima.

Bravo por todos los que hoy se han aventurado a salir, que no hemos sido pocos, en especial a José Luis y Antonio (Renault) que se lo han currado y de qué manera.

A modo de reflexión, cito textualmente unas palabras de un campeonísimo mundial como fue Laurent Fignon, palabras recogidas en su libro "Éramos jóvenes e inconscientes"  que se editó allá por 2012 y que dicen así:

"Sobre la bicicleta los hombres acaban revelando siempre lo que son: no se puede disimular durante mucho tiempo. El hombre se encuentra y se prueba a sí mismo a través de la bici. Pone al descubierto sus defectos, sus virtudes, revela sus grandes apetitos. No tiene nada que ver con la gloria; más bien con la plenitud. La bicicleta permite llegar al fondo de nuestras almas".

Por cierto, ¿sabéis con qué apodo era conocido Fignon en el pelotón ciclista? Le Professeur" (El Profesor), apodo que le venía por ese aire de "cultureta" e intelectual que tenía con las gafas redondas  y su coleta aunque su soberbia y arrogancia (al menos esa es la imagen que daba) no dijesen lo mismo.

Hoy, a pesar de los pesares, más que un buen día de bici, ha sido un gran día de bici.



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2 comentarios:

  1. Eres un crack Enrique haciendo la crónica semanal de la marcha, enhorabuena!!!

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