2 de mayo. Día de los fusilamientos... en el Sotillo.

Hoy he aprendido varias cosas. Una: que con asma no se puede correr; dos: no olvidarme más el Ventolín; tres: que esperar a los compañeros tiene recompensa; y cuatro: que Maracena tiene según el censo del INE unos 21.000 habitantes pero que Emilio Peladlo... SÓLO HAY UNO. Que tío con más co..nes. Hoy ha sido de esos días divertidos, de esos en los que te lo pasas bien pero que sufrimiento para llegar al Sotillo con un mínimo de dignidad en el rostro. Tanto que ni he querido salir en las fotos. Lo cierto es que hemos salido escalonadamente, como siempre, por ritmos: primero la Cofradía de la Madrugá, luego la de la Tostá, luego la de la Espantá y por último la de Forrest Gump. Despacito, sin bulla, como si fuéramos a Láchar y pensando que, como Narváez está en Mallorca (será maravilloso) hoy la zafilla de meados era para otro.

Pero ¡ayy amigo! que nos hemos topado en el pantano con los Semar, por la curvilla que sube a los Llanos de Silva, que iba tirando yo muy tranquilito, sin prisa, a un ritmo soportable, todos juntitos, hablando y riendo y mi Antonio, que ni resfriado se está quieto, y me dice ¡amos tío!

¿Vamos? si tiraron todos como locos detrás, pues nada: a correr se ha dicho. Sin parar hasta Iznalloz. Ni me he fijado pero iba tirando mi amigo y vecino Paco Bustos, qué máquina de tío cómo anda, pero claro, quién era el guapo que se arrimaba a la lumbre. Ha habido un momento en el que el grupito se ha roto, entre Deifontes e Iznalloz (por cierto, se habían reagrupado todas las cofradías hacía rato) y ahí hemos entrado varios del Veloclub. Justo en el corte oigo a uno mayor del Semar que le dice a otro ¡mira ese, que buena pinta tiene, ese es el bueno! jajajaja, menos mal que no me han visto espatarrarme subiendo al Sotillo. Antonio sí que anda. Y Paco de la Higuera que hoy se ha marcado una buena etapa.

Ese ha sido el orden de llegada a El Sotillo. Antonio, Paco, un servidor, Jose el reloj, Darío y Antonio reloj chico y el resto mucho después. Esta subida del Sotillo se le da bien a Antonio, el año pasado lo hizo de maravilla, llegamos casi juntos y yo miraba para atrás y lo veía sufrir para enganchar pero yo no podía parar, llevaba el 40-23 y era imposible. Al llegar al Sotillo nos hemos encontrado con varias peñas, entre ellas la de El Jau y claro, foto de hermandad, como el año pasado con los de Al-Andalus. También nos hemos topado con nuestro querido Miguel Ángel que hasta con la de montaña nos ha dado pa'l pelo a la vuelta. Y Serafín, el cebailla, otro que anda tela.

Fotos, desayuno y vuelta a Maracena. Sin parar, sin descanso. De Iznalloz a Deifontes Antonio ha hecho de liebre, con resfriado y todo, y de Deifontes a la Cuesta de las Cabezas un servidor, con asma y alergia por un tubo, pero no pesa, se hace con agrado. Serafín ha ayudado un poco y al subir se han visto los buenos y los que no lo somos tanto. Una mañana estupenda y que ha acabado, a buen seguro, con los peñistas en alguna cruz.