Marcha a Pinos del Valle - Talará

Bueno, la jornada de hoy ha sido frustrante al máximo para el que escribe estas palabras. La frustación comienza en el Suspiro del Moro, pero como se suele decir "de donde no hay no se puede sacar". Pero el día también me ha dejado un sabor muy agradable de compañerismo. Perdonad que personalice, luego lo cuento. Vamos al lío.

Echo en falta que alguien nos cuente como son las marchas de quienes salen antes y recorren la etapa a otro ritmo, es una lástima que no podamos contar las andanzas de los más veteranos del Veloclub, lo merecen más que nadie y me consta que les encanta visitar la página. Bueno, a ver como lo arreglamos, para fotos y todo. Estos compañeros, como siempre, salieron hoy un poco antes. Quizás por eso no se han llevado la bronca del amigo que vive en el primero del bloque donde nos reunimos cada mañana. Aquí un toque de atención para los compañeros. Debe ser un coñazo que cada domingo te despierten un grupo de tíos vociferando y con risotadas después de una semana de madrugar. Deberíamos ubicarnos en un sitio un poco más retirado, por ejemplo los bancos que hay junto a la bancada de bicicletas, seguro que no molestamos tanto que debajo mismo de la ventana. También se me ha ocurrido que la Plaza Al Andalus es un buen sitio para aparcar el coche y para quedar. El desayuno donde mismo, por supuesto, pero la salida en al Andalus. Somos un club de Maracena, debemos dar buena imagen y eso hay que mirarlo. Desde aquí nuestras disculpas al amigo al que tanto molestamos y prometemos hacer enmienda. Aprovecho para agradecer a los amigos/as de la Cafetería El Semáforo que habiéndose percatado de que nuestras salidas en verano son a las 08:00 de la mañana y que nos citamos desde las 07:30 no ha dudado en adelantar la apertura del negocio media hora para que partamos debidamente desayunados y encafetados. Claro que el daño colateral es el madrugón de la pobre chica que nos atiende sin por ello perder la sonrisa ni la compostura. Muchas gracias de corazón.

La partida de hoy presagiaba un día tranquilo, a buen ritmo, sin prisas. Que tío más gilipollas soy. Nada más llegar a la rampa del Suspiro del Moro Giovanni ha dado un tirón que nos ha dejado secos. Claro, han tirado los que están que parten nueces con la ..... nariz. Hemos intentado que Miguel Ángel Gámez (que no tiene hartura y ha salido hoy) se adelantara a hacernos unas fotillos pero se había dejado el carrete en la Hoya de la Mora ja ja ja. Bueno por detrás nos hemos quedado Antonio Ramal, Francis Rodríguez, Miguel Ángel Gámez y Marcelillo que hoy cumplía 16 años. en algún momento se me ha ocurrido que quizás si apretaba los cogíamos, y casi. Coronando el Suspiro los llevábamos a 50 metros, en la rotonda a 100, en el Padul ya no los veíamos. Y eso que he tirado a unos 45 kms/h, hasta el pobre Miguel se ha quedado, por que así lo ha querido él ya que ayer se hizo la Límite Road y hoy no era día de palizas, y hemos tirado los tres solos. Que largos se han hecho los llanos de Dúrcal y Marchena. Que pesada la subida a Nigüelas. Siempre viendo por delante la figura incansable de un compañero que mantenía la distancia con nosotros, no había manera de pillarlo. Dice Marcelo "es Paco de la Higuera" y el chaval no falló. Él era. Me dice cuando lo alcanzamos que me quede en Los Naranjos y dudo por un momento y digo que subo a Pinos del Valle, pero en la bajada pienso "no, me quedo en Melegís". Sorpresa, nos esperaban allí Emilio y varios más. Desayuno y cuando llegaban de Pinos los "mascas" salimos por que si no ya sabemos que nos quedaba el infierno. Menos mal por que han llegado a Armilla solo dos minutos después. Qué tíos. Bueno, la vuelta.

El grupo más nutrido, incluído Pepe Luís "el Maroma" que sale con escayola y todo, que huevos. Ahí hemos ido juntos hasta Nigüelas a buen ritmo, ahí me he puesto delante para tirar un poco pero ya sabéis que últimamente no subo bien y en la subida a Padul me he quedado. Paco mira para atrás y como el que piensa "ahora no te quedas solo" se ha dado la vuelta y ha tirado de mí como un jabato hasta el mismo Suspiro del Moro, nunca una ayuda así me vino mejor. Claro que también me ha demostrado que con un poco de sufrimiento se puede ir con todos, es cuestión de saber sufrir unos momentos. Hoy Paco de la Higuera ha sido un escudero de primera, luego en los llanos no me ha dejado tirar, me ha dicho que descansara y que él tiraba. Que huevos más gordos tiene el tío. Y ha llegado como una rosa. En Armilla reagrupamiento y para casa.

Enrique, cuenta tú lo del grupo cabecero, anda.