domingo, 18 de septiembre de 2022

Domingo 18 de septiembre: ALTO DE LA PANDERA



Momento del inicio de la ruta en Alcalá

En la zona de la cima hay una estación de la Red Territorial de Mando (repetidor de la red telefónica militar) no son radares ni misiles, como se cree erróneamente, aunque se construyó con planos y asesoramiento del ejército estadounidense, siempre ha sido una base española, con soldados españoles, que permanecían en los antiguos barracones para la seguridad, mantenimiento y soporte técnico. Actualmente la vigilancia de la estación se realiza mediante un sistema de infrarrojos que alerta cuando detecta movimiento. Existe en las inmediaciones un puesto de vigilancia contra incendios y aún hoy son visibles otros edificios como así también el helipuerto.

Y ahí tocaba hoy y por supuestísimamente allí hemos estado. Había recelo por parte del personal que lo afrontaba por primera vez ya que el abordar lo desconocido crea cierto recelo con sus consabidas dudas.

"Peccata minuta", que dirían los latinos, para aquellos que decidieron "zamparse" este coloso que se descubrió para el ciclismo allá por 2017 cuando la Vuelta a España tuvo a bien sorprendernos con tan ya emblemática cima.

Y es que la Pandera bien merece una misa. Sus casi 9 kms de longitud y su reconocida categoría especial  en el argoz ciclist se puede afrontar por varias vertientes, a saber. Una por Los Villares con la ascensión de puerto Viejo. Otra, desde Fuensanta de Martos, sin rodeos, quizás la más liviana hasta que te plantas en la cancela que otrora estaba cerrada por temas de seguridad pero que en la actualidad está abierta para uso y disfrute de todo amante de este bello y noble deporte. Y la tercera, desde Valdepeñas de Jaen, la más corta pero cansina y dura de las tres ya que este afán de recortar los tiempos en los desplazamientos de los vehículos a motor motiva que lo que era una plácida subidilla serpenteante que no llegaba a la cateria de puerto desde el mismo Valdepeñas hasta el inicio de la subida al Alto se convierta en un tortuoso puerto, con todas sus letras, restándoles algo más de 2 kms a la subida manteniendo la misma altitud lo que origina que los desniveles sean sostenidos del 9, 10 y hasta un 11 % durante los apenas 4 kms de subida. 

Claro, cuando llegas al inicio del protagonista, ya vas "trallao" y ahora tira para arriba.

Pues bien, nosotros, encomendados al cicerone de la comarca, nuestro insigne Goyo, afrontamos el reto por Valdepeñas pero partiendo desde Alcalá La Real con paso por Ribera Alta y Frailes para ascender un puertecillo "mu bonico" llamado Collado del Frailes (o de Frailes, ya no lo se yo) y tras un descenso de más de más de 23 kms nos presentamos en ese punto de inflexión que era Valdepeñas donde estaba fijado el control y reagrupamiento ya que los que evitaban subir al coloso daban por finalizada la ida para volver sobre sus pasos ascendiendo un puerto de más de 8 km (la madre que lo parió) para dirigirse a Castillo de locubín y afrontar el último reto de la jornada, Puerto del Castillo que los dejaría a la mismas puertas de Alcalá.

Ese era el recorrido corto. El otro, desde Valdepeñas hacía la Pandera con el mencionado puerto previo.

La subida a la Pandera tiene su historia. Hay que tomársela con muchísima caaaaaalmaaaa. Nos somos esos aguerridos profesionales que la suben como quien sube un repecho o tachuela. 

Nosotros a lo nuestro. Sorprendentemente, no solo los aguilillas se han animado a subir. Un nutrido grupo, desperdigado en el asfalto como si se tratase de un rosario iniciaba el reto.

Algunos iban (o íbamos) con un as en la manga. Si vemos que no podemos o se complica la cosa en demasia, cejaríamos en el empeño y esperaríamos al regreso de los de arriba. Pues no. Ni uno. Todos los que en la verja se animaban a darle caña al cuerpo han (hemos) llegado hasta arriba. Cierto es que antes de llegar hasta allí se han solventado con bastante decencia la ascensión de todos y cada uno de los puertos o puertecillos del recorrido. No hay que olvidar que esa comarca, vayas por donde vayas no te ofrece un un maldito km de trazado llano. O subes, o bajas. No hay otra. Pues bien, las piernas iban respondiendo, los ánimos fortalicidos de ver que iban cayendo los kms poco a poco. El primero de ellos, te recibe con una rampa de apenas un km y que llega a marcar en algunos puntos el 14%. Luego suaviza y tienes un respiro de unos 4 km de entre el 5 y el 10%. Nosotros a lo nuestro. Un viento molesto, en algunas zonas ayudaba dando favorable pero en otras daba de costado o de cara mitigando levemente el calor que hacía pero que te iba medio frenando.

Y en esas estamos y llega la zona buena. Quedan unos 4 km. Llegan las rampas del 15 % de media. Eso significa que hay tramos del 12 y tramos del 18. Y son dos kms. Ahi ya no valen excusas. Vamos para arriba. Ya no hay compañías. Ahi cada uno tira de testosterona y "p´alante".

de un modo y otro llegamos. Algunos con algún que otro respiro tomado en mitad del calvario pero llegamos.

Ya en la cima, lo prometido es deuda y nos zampamos un melón que iba hasta fresquito y todo. Los que habían llegado antes inician el descenso. Después el resto. La bajada es peligrosa, muy peligrosa. No da lugar a reacción en caso de imprevisto y con esos desniveles te obliga a tirar de freno con el consiguiente recalentamiento de las ruedas.

Iniacamos el regreso sobre nuestros pasos desde la cancela, otra vez por Valdepeñas con el mismo recorrido que el que realizan los del tramo corto. 

Ya las subidas se convierten en penitencias para más de uno pero llegamos sanos y salvos (unos más que otros) a Alcalá con más de 2200 metros de desnivel positivo en las piernas y con el peor de los horarios fijados por la organización, pasadas las 15.30 de la tarde. 

Eso si, pero llegamos. Y nos hemos (se han) zampao un menú del quince, porque la ruta también incluida menú del bueno e incluso ducha para los que asi lo deseansen.

La sorpresa 8 (y guinda) a la jornada la ponía nuestra amiga Marta, afín a nuestro club junto a su marido David, que nos ha sorprendido con una suculenta Tarta personalizada con la foto oficial de la temporada del club y que hemos dado sabida cuenta de ella sin el más mínimo remilgo. Gracias infinitas Marta y David.

Cabe mención especial en esta jornada a:

Julio, que se ha zampado el recorrido completo sin arrojar la toalla al igual que Antonio Gutiérrez, Pepe Ruiz, Enrique Atienza y el "zapa" que nos ha dado una lección de pundonor. A Roberto, que ha conseguido llegar hasta la cima sin echar pie a tierra, más bien porque pensaba que los de arriba se comían el melón y quería llegar cuanto antes aunque luego ha pagado el IVA del esfuerzo en los úlitmos kms. A Jose María y Juanjo, que a pesar de todo han luchado como jabatos contra los elementos consiguiendo el objetivo. No se si me dejo alguno en el tintero.

A Pepe, nuestra joven promesa, que se ha codeado con los de arriba poniendo en serios aprietos al personal y presentado sus credenciales para liderar dentro de poco al grupo de los aguilillas.

A Raul, que el infortunio de un inoportuno frenazo, ha dado con sus huesos en el suelo en los primeros compases de la ruta quedando maltrecho, ya que aún no revistiendo gravedad el golpe, si se ha producido algunas heridas en la cara, boca y nariz y que no ha dudado ni un momento en seguir la ruta y completarla al más puro estilo de los campeones. Esto es ciclismo del bueno compañeros.

A Marta, que como bien citaba antes, ha sacado tiempo de su escaso tiempo, para obsequiarnos con su riquísima tarta. Por cierto, estaba espectacular.

A Goyo, por tantos días dedicados a este día para que todo salga a pedir de boca y como no, a nuestros incombustibles Manuel Ramal y Joaquín Puertas, que desde el vehículo de apoyo junto a Goyo, han dado cobertura de seguridad en todos y cada uno de los tramos del recorrido.

La tarta en cuestión

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