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| Foto de familia en Piñar |
Último día de la primavera, que bien podría decirse que es del verano por eso del fresquito, y como viene siendo habitual el club afrontaba esta mañana bien temprano sus quehaceres deportivos establecidos en el calendario de rutas.
Hoy teníamos un "batiburrillo" de eventos programados con tres opciones, a saber:
En Enero, cuando se diseña el calendario se tiene en cuenta la celebración (si procediese) de la marcha Ciclodeportiva Ruta Lorquiana, que como todos sabemos, la organiza nuestro club y que la federación andaluza de ciclismo tiene a bien en marcarnos la fecha.
Por temas sanitarios, viendo que la celebración de dicha prueba bien podría suspenderse, el club fijaba una marcha dominical, en este caso a Piñar. Si esto sucediese, como así ha sido, la sesión fotográfica oficial de la temporada 2021 se celebraría hoy.
Al final, en Piñar nos hemos plantado, el epicentro de la "malafollá granaína" según nuestro querido y no siempre valorado compañero "Goyo" cuando, en un alarde de prosa sin igual, relató fielmente en este blog los avatares acontecidos hace ya una década en cierto establecimiento afincado en la localidad. Para los que no tuvisteis el placer de presenciar lo ocurrido aquel 23 de mayo de 2010, podéis pinchar AQUI. Recomiendo su lectura, no tiene desperdicio alguno.
La ruta en sí debía transcurrir partiendo de Maracena hacia Albolote, El Chaparral, El Cubillas, cortijo de Arenales, Deifontes, Iznalloz y por la carretera de Bogarre incorporarnos a la estación de Illora y de ahí a Piñar donde teníamos fijado el control de firmas para reiniciar el regreso ya por la vía rápida. Entiéndase aquí directamente a Iznalloz y Deifontes.
La ida, más exigente que la vuelta ha transcurrido con un clima tranquilo. Después de unos kilómetros tranquilos la paz se resuelve con una acelerón por parte de los "aguilillas" que forma los clásicos grupos. Resulta curioso como en pleno corazón de los Montes Orientales, donde predomina de manera casi insultante la presencia del olivo, haya una zona con una marcada del cereal, del chaparro y la encina. Hoy, por si fuese poco, el nublado que se rifaba el protagonismo a partes iguales con el sol ha conferido más belleza si cabe a un paisaje tranquilo y sereno.
El regreso, muy favorable en terreno, muy rápido prácticamente hasta el punto de reagrupamiento en Albolote.
Y es que a veces, gusta rodar en grupo y como se dice en el argoz ciclista, a tren.
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| Momentos iniciales con las nubes como testigo |
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