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| El grupo antes de partir del El Zahor |
Pues nada amigos, ya tenemos aquí al primer coloso de la temporada. Y como mandan los cánones lo hemos solventado con dignidad.
En este domingo veraniego (hay que ver como cambia el tiempo en unos días) en el que hemos aparecido con todo tipo de vestimentas cual carnaval. Unos como si de invierno se tratase, otros de verano, otros precavidos, entre verano y primavera y así hasta una infinidad vestimentas y complementos varios.
La jornada de hoy nos marcaba el Alto de La Razuela, en Nigüelas. Una subida no muy extensa en longitud pero que bien merece una misa. Con desniveles muy superiores al 15 % en algunos tramos, los 700 metros de recorrido que tiene la subida se pueden volver en una lenta agonía en un vida crucis muy típico de las fechas en las que estamos.
Aún así la gran mayoría ha afrontado el reto. Para llegar hasta alli. deberíamos ir por la carretera de la costa hasta el cruce de la carretera de los lentos que nos lleva hasta Nigüelas. La subidilla se las trae pero imagino que todos la han tomado con calma, no como otras veces, viendo lo que se venía encima. Unos, porque la conocían y otros, con la cautela propia de lo desconocido.
Nada más en la revuelta del cruce, la cosa se complica. Varias revueltas, casi de 180º con peraltes imposibles nos llevan a una interminable recta que no deja indiferente a nadie. Una vez arriba, las vistas sobre el valle de Lecrin son espectaculares con el pueblo como testigo.
Un cartel, medio derruido, nos indica que allí, hace unos 8 millones de años, si, habéis leido bien, 8 millones de años, había un mar. De hecho la zona entera es rica en restos de fósiles marinos incrustados o petrificados en las rocas.
El regreso, ya , más tranquilos hasta el Zahor donde estaba establecido el control de firmas donde hemos dado sabida cuenta de desayunos y chascarrillos varios.
Hoy, además. hemos estrenado nueva dinámica. Nuestra amiga Maria José, socia consorte del club ya que es la compañera de vida de nuestro amigo y compañero Juan Antonio (Juani para los amigos) ha ejercido como delegada del club llevando el vehículo de apoyo y realizando unas magníficas fotos al paso de los ciclistas. Desde estas líneas agradecemos sobremanera la actitud de María José en compañia de nuestro Rafa Osuna para que todo vaya por buen camino.
La nota negativa la ha puesto la nueva disposición de la Guardia Civil de tráfico que hoy se ha cebado con el club. Dos de nuestros compañeros han sido multados por, según los agentes, circular de manera indebida por la carretera. Multa, que según los estatutos del club, deberán sufragar los denunciados pero que todos los asistentes a la marcha hemos decidido abonarla a partes iguales.
Este hecho nos hace reflexionar, a saber:
Los ciclistas tenemos una lucha constante con los coches, con la distancia de seguridad, con las normativas de tráfico pero nos hace olvidar que tenemos unas obligaciones para con los demás usuarios de la carretera y sobre todo con la ley.
No podemos circular bajo ningún concepto de la manera en la que circulamos en pelotón ocupando toda el carril de la calzada. No es una carrera, por mucho que nos gustase. No podemos circular ni siquiera de tres en tres en paralelo y lo hacemos. No respetamos rotondas aminorando la velocidad con lo que eso conlleva (el día menos pensado lo lamentaremos). El tema de los semáforos ya ni lo mencionamos.
Lo ocurrido hoy nos podía haber ocurrido a cualquiera. Las denuncias de 80 € cada una que se quedarán en 40 si se abonan a corto plazo, igual no reflejaban la realidad ya que han llegado de manera más absurda. En grupo de tres uno rebasa a dos que van en paralelo y un grupo de dos que al parecer no ocupaban el arcén. Como decía, igual no eran susceptibles de ser denunciados pero podemos darlas por válidas por el montón de veces que NO LO HACEMOS BIEN.
Salimos a disfrutar de la bici aunque eso nos haga olvidar que no estamos en carrera, sino en una carretera en la que nosotros y solo nosotros somos los más débiles.
Considero que este tema ha venido para quedarse y que no tardaremos mucho en sufrir otras tantas denuncias por lo que desde aquí se invita al personal al buen comportamiento y debido cumplimiento con el mayor celo de las normas de circulación vigentes.
Hoy hemos decidido abonarlas entre todos (muy a pesar de los denunciados que no querían) pero los estatutos y el reglamento interno está para cumplirlo y lo dice muy claro. El socio que infrinja la normativa de circulación será el único responsable de las sanciones que ello acarree.
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