MARCHA RELAJADA CON AVERIAS Y ANECDOTAS

pues si compañeros, como ya se comunicó ayer viernes, hoy nos hemos presentado cinco compañeros para afrontar una rutilla facilona y distendida, NIGÜELAS. Otros de nuestros compañeros, han optado por la de montaña y han tirado para Pinos Genil.

Asi, DARIO, ANTONIO RAMAL, PACO DE LA HIGUERA, GOYO y el que os relata (lease ENRIQUE, para más señas) hemos tirado por el camino de la Puleva de una manera relajada, como solemos decir en este deporte, soltando piernas hasta bien pasado el suspiro del Moro donde, el terreno ya era algo mas favorable.

La llegada a Nigüelas ha sido por la parte de los molinos, ruta desconocida por mi, y creo que por más de uno de los que ibamos, para atravesar el pueblo (que por cierto, es precioso) y salir por la carretera por todos conocida con la intención de hacer parada y postas en El Zahor.

Claro, esa es la teoria. Luego llega la práctica y es que en el mismo cruce del pueblo, noto en mi burra un extraño en la rueda de atrás. Pienso, -Enrique ayer montaste mal la cubierta nueva y parece que esta a punto de salirse. Miro y remiro y nada. La cubierta está bien montada. Lo raro viene al comprobar como la rueda está descentrada, y como cada momento se descentra más y más. En cuestion de unos minutos, la rueda roza en las zapatas de freno.

Los compañeros, alli parados, se deshacen en intentos por poder centrarla, primero Goyo, Antonio después, sin conseguirlo. En ese momento, yo ya sabia que la marcha de hoy, en cuanto a mi se refiere, ya habia terminado. Solo quedaba tirar de teléfono y que alguién fuera a recoger a caballo y caballero.

Una vez, hechas las citadas gestiones telefónicas, digo a los compis que sigan, ya que todo estaba controlado y que todo era cuestion de esperar la llegada del coche.

-Ni mucho menos, dice Goyo. Faltaría más, comenta Dario. Aqui nos quedamos hasta que venga alguien, sentencia Antonio Ramal.

Desde aqui gracias a los tres, que os he fastidiao el desayuno en el Zahor y por esperar a pleno sol y sin condiciones.

Una vez, llegado el vehículo, vuelta hacia Maracena. Unos en bici y otro (servidor) en coche, desde donde via teléfono (otra vez) hago las gestiones oportunas con BICICLETAS MAM para ver si pueden reparar hoy mismo tal desaguisado.

-¿Como no?, reponde Miguel Angel, vente para acá y miramos lo que haga falta. A eso le llamo yo estar en todo. Si señor, como debe de ser.

Pero claro, la sorpresa llega cuando una vez en el taller, uno de los mecánicos me llama y me dice que mal asunto. La reparación no es centrar la rueda. Simplemente la llanta está rajada. Si si como suena, rajada. Fíjate tú, las MARCHISIO rotas jajajajaja.

Total, que ha pedir una llanta nueva, que tardará como minimo unos dias y mi cuestion era la siguiente:

-¿Y ahora que hago yo mañana?.

-¿que que haces?, que te busco ahora mismo una rueda en condiciones por aquí y que te la monto en la bici y a volar.

A eso se le llama profesionalidad, si señor (otra vez).

En cuestion de minutos, problema resuelto, a espera eso si, de recibir mi nueva MARCHISIO.

Mi especial agradecimiento a todos los que hoy os habéis portado como lo que sois, unos verdaderos amigos.