jueves, 9 de junio de 2011

LA RUTA DE DEIFONTES, LA NUNCA SUFICIENTEMENTE RECONOCIDA Y LA MÁS FRECUENTADA

Lo normal en los casos de haber perdido la forma y el fondo es, cuando se anima uno a recuparlos, salir un par de veces en semana a Deifontes, sin poner el plato grande y soltando piernas. Esa era mi intención desde la agradable marcha a Lanjarón. Todo con la idea de salir en condiciones este domingo a Graena, aún cuando creo que me quedaré en La Peza. Las lluvias de lunes y martes aplazaron mi entrenamiento para ayer miércoles. Así que a media tarde, sobre las 17:30, cogí mi flaca y carretera hacia delante. En Albolote me encontré con un viejo amigo de Maracena que con su mountain bike decidió tirar a Estación de Calicasas y llegar con tiempo de ver el Granada en la tele. Así que desde el Torreón me fui en solitario en busca de un rumbo no demasiado fijo: Deifontes y si me encontraba bien, Iznalloz. Pero lo que es ir relajado. Paré cuantas veces quise para hacer fotos y vestir este post. Miles de veces hacemos este recorrido y nunca nos detenemos en contemplar lo bello que resulta, sobre todo en esta época del año.
El vetusto Cortijo de los Arenales ha sido testigo durante décadas de jornadas campestres duras e interminales. A saber cuantas historias se encierran entre sus paredes, qué Santos Inocentes habrán padecido en los ominosos años de las penurias españolas las veleidades de señoritos, campo y meteorología, frío y calor, lluvia y sequía, hambre y miseria. "Fame e miseria" como decía aquella aria de la ópera Andrea Chenier, La Mamma Morta se llama para los amantes del 'bel canto'. Ahora sigue siendo testigo de jornaleros eventuales pero, sobre todo, de ciclistas vespertinos que pasan a su costado sin evitar echar una mirada ¿acaso imaginando como serían aquellas vidas en dicho lugar? tal y como me pasa a mí.
El recorrido, paralelo a la A-44, discurre yendo en solitario con una única banda sonora, la de los pájaros y las de las aguas del Río Cubillas que discurre entre la autovía y la vieja 323 o bien entre el ferrocarril Moreda-Granada y la transitada A-44. La tarde, más fría que calurosa, invitaba a parar, beber agua e incluso tomar alguna instantánea de los olivares, en plena ebullición polínica, cortijos entre sembrados o vías del tren.

La tarde era además luminosa y de ahí que decidiera ir parando y haciendo fotos. Sobre todo por que hacemos el recorrido muchas veces y no le mostramos ningún agradecimiento. Es la mejor ruta para quienes tienen prisa, desean recuperar piernas, pasar una tarde tranquila en bici o simplemente no quieren puertos de montaña. Apenas, sobre todo una vez pasado el cruce de Colomera, tiene tráfico. Se puede ir charlando sin tener que estar pendiente de coches o vehículos que representen un peligro para los ciclistas o estos para el tránsito.

Es una ruta tranquila que ofrece además refugio en caso de lluvia, los puentes de la A-44 y alguna gasolinera. Dispone de vistas al Pantano del Cubillas, lleno en estos momentos y de cuyo estado damos fe con una de estas fotos, incluso de bares por si necesitamos tomar un café, bien sea en Deifontes o en el propio pantano, el Restaurante Romero.
También, al ser un lugar altamente frecuentado por ciclistas, uno no corre el riesgo de quedarse solo ante cualquier eventualidad. Un pinchazo, una caída o cualquier otro imprevisto, siempre hay alguien para echar una mano al infortunado ciclista. Incluso, en la rotonda de la famosa tachuela, suele haber algún coche parado de la Guardia Civil que hace su agosto con la dichosa camarita y el radar.
Volviendo a mi ruta. ¿Cómo no? a la ida me encuentro, ya en su ruta de vuelta, al grupo de nuestro compañero Carlos que me saluda con la efusividad propia en él. Llego a la mencionada rotonda y ahí estaban, con su coche camuflado, los beneméritos agentes que se quedaron mirando, seguro que asombrados y pensando "qué tío más chalao" como paraba en el puente de la autovía para hacer otras cuantas fotos.
Al llegar a la carretera de Deifontes mi sorpresa. El viento, que me iba dando de costado, arrecia y se convierte en culinario por lo que pensé "lo que ahora es culinario a la vuelta es porculero", así que me decidí por llegar a Deifontes y, sin parar, volverme sin acercarme a Iznalloz, ni siquiera al nacimiento del río.
Señalar, y para eso adjunto un vídeo, que ya que muchas veces desde este blog criticamos la mala gestión de algunas carreteras de la provincia, por ejemplo la que lleva a Castillo de Tajarja, hay que reconocer el excelente asfaltado practicado sobre la vía que conduce a Deifontes. También como se ha suavizado una curva que había dado problemas a los lugareños provocando algún accidente, sobre todo cuando llegabas al pueblo. También se ha asfaltado la entrada a Deifontes que estaba fatal y llega hasta el mismo nacimiento. Nuestro reconocimiento a quien corresponda. Creo que a Diputación provincial, a la que invitamos desde aquí para que prosiga y llegue al menos al mismo Iznalloz ya que ese tramo sigue muy bacheado. Vuelta para casa y llegando casi a la que fue meta de la penúltima prueba social, el puente bajo la A-44, me cruzo con la inconfundible figura de Fali. Nos detuvimos enseguida. Y no me lo pensé, no iba a dejar a Fali, que cogía la bici por primera vez en mucho tiempo, solito por ahí así que me fui con él a Deifontes, otra vez.
Esta vez no hubo tiempo para fotos, la hora se echaba encima. Sólo un par en la cuesta de Las Cabezas para dar testimonio de su estilazo ciclista. Tanto Fali como yo hemos pasado una racha complicada de trabajo y personal así que nos fuimos automotivando para seguir montando y no volver a dejarnos más.
En definitiva, una tarde maravillosa en una ruta que solemos tener muy denostada pero que, en realidad, es la salvación de todos nosotros. Sin la salida a Deifontes nuestros entrenamientos sería mucho peor. Además gozamos de un paisaje muy bonito que a menudo obviamos de manera injusta. Este post es para agradecer esa ruta, para dignificarla y sobre todo para disfrutarla. Aquí tenéis el vídeo de cómo ha quedado la carretera. Nos vemos el domingo camino de Graena.

2 comentarios:

  1. Faliiii, me voy a cagar en el copón, ¿no decias que ibas a avisar cuando volvieses a salir?
    Gracias Emilio por engancharlo en la foto, si es que no se puede entrenar a escondías, jajaja.

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  2. JAJAJAJA, ni Fali ni yo estamos para salir con los que andáis tela. Y no me vale que digáis eso de "si vamos a ir tranquilitos" por que cuando no vas bien te agobias de ver que te van esperando, al final acabas esforzándote y es mejor salir solo e ir cogiendo la forma. Lo bueno es que yo estoy igual o peor que Fali y ayer lo pasamos muy bien juntos y sin correr. Un abrazo máquina

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