domingo 5 de junio: LANJARON

Aqui teneis las fotos, que aunque pocas, dan fe de que hemos estado. Por lo demás, si alguien tiene a bien contar la marcha de hoy, que proceda. Si no es asi, esta tarde prometo redactarla.

Bueno, Enrique y compañeros, como llevaba un par de meses sin salir (soy Emilio Morales)....ahí va la crónica, mientras veo la final del Roland Garros. No sé muy bien qué contar ya que he ido a la cola del pelotón durante prácticamente toda la jornada. Sí es cierto que el ambiente es cada vez mejor, hoy con los compañeros de Marabike y de Deportes MAM. El grupo, cada vez más nutrido de efectivos, ha salido a su hora, sin retrasos (jo que paralelo le acaba de meter el Nadal al llorón de Federer) y en un par de grupos. Primero la "procesión de los lentos" en palabras de Joaquín Puertas, jajaja, y después el resto con un servidor. El recorrido incluía hoy la posibilidad de parar en Lecrín, opción a la que yo me he apuntado el primero. Sin embargo, a pesar de tanto gallo, el ritmo ha sido muy llevadero así que me han respondido mis piernas que llevaban dos meses sin marchas oficiales y mes y medio sin hacer absolutamente nada. Así que tras subir el Suspiro del Moro se hacen los tres grupos una vez alcanzados nuestros veteranos, incluído Miguel Pacheco que está pasando lo suyo con la puñetera alergia. Por delante el grupo de gallos, sin Giovanni que está estos días en Italia pero con Miguel Ángel Martínez, en medio el grupo de los que van bien pero me han esperado y detrás nuestros veteranos.

Ni que decir tiene que al final no ha habido ni que convencerme, he ido a Lanjarón. Una pasada. Es un privilegio disfrutar de este deporte pero hacerlo en compañía de estos tíos es un lujo que no está al alcance de cualquiera -Nadal se acaba de poner 4-2 en el tercer set tras ganar los segundos mientras los gabachos de la grada rabian de dolor jajaja-. La cuestión es que hemos llegado a Lanjarón con no demasiado retraso acumulado con respecto a los gallos y en mi caso muy bien de fuerzas, sin desgastarme demasiado y estupendamente arropado por mis amigos. Tostaditas, aquarius y unos cafés. Fotos, chistes y vuelta a casa. Por delante un periplo duro por que desde que llegas a la Venta de Las Angustias (a su altura por que ya no se pasa por allí) y hasta que llegas a Nigüelas quedan muchos kilómetros y mucho desnivel. Ahí nos ha pasado "una cosa muy grande" y es que -joder con Federer acaba de romper el servicio y 4-3 y bola para el suizo- en Béznar Goyo ha apuntado maneras y mi tocayo ha soltado una de las suyas, las risas de Enrique y mías han sido lo peor que nos ha pasado ya que hemos tenido que parar para reír y ya no hemos enganchado con el grupo. El caso es que íbamos con referencia visual pero yo no daba más de sí, los delanteros mientras rodaban de lujo y los mayores que se quedaron en Talará ya habían enfilado para Armilla. Enrique me ha tenido que dar un empujón subiendo por Talará hasta la rotonda de Nigüelas que me ha dado algo de aire pero ya tenía decidido bajarme de la flaca en Padul y y quitarme el tironcillo hasta el Suspiro, han sido tres kms pero me han dado la vida. Así que ya reagrupados a Armilla. Ahí nos esperaban todos y justo llegando al semáforo de Armilla frenazo y Marcelo junior que se va al suelo. Todo ha quedado en un susto y Marcelillo ha demostrado que los ciclistas están hechos de otra pasta. Alguna bronca por la tardanza y de ahí a Maracena con bolsa de churros incluída para evitar pájaras. Una jornada estupenda. Decir, por último, que Enrique es así de grande por que si no no le cabría ese pedazo de corazón que lleva dentro. Menudo crack.