HUÉTOR TÁJAR Y EL AGUA PROTAGONISTAS DEL NUEVE DE MAYO

Ocho integrantes de la peña han acudido a la XV Marcha Cicloturista de la localidad del espárrago mientras el resto tenía la misma población como destino de calendario

En mi poca experiencia como ciclista (hoy escribe Emilio Morales Barbero) me ha llovido en varias ocasiones. Una vez ma cayó una terrible tormenta otoñal viniendo de Deifontes (cómo no) y me tuve que refugiar en el túnel de la autovía. Otra nos pilló a Enrique, Antonio y un servidor viniendo de Láchar (cómo no otra vez) y de nuevo un túnel de autovía nos sirvió de refugio improvisado. Bueno pues sumamos las dos tormentas, las multiplicamos por 10 en intensidad, frío y tiempo sobre la bici y nos da como resultado la XV Marcha Cicloturista de Huétor Tájar. Antes de entrar en los aspectos de la subida a Zafarraya (lugar de suspensión de la marcha) os ponemos al día de cómo fueron los preparativos para el evento y sobre todo de las risas que hemos tenido casi todo el día.

A las siete de la mañana nos aguardaba Antonio "el noi" con su reluciente furgoneta y su impecable bicicleta para llenarla de "burras" y tirar millas. Hasta seis bicis se han subido en la Narváez Van, je je. Tres tíos en la "fragoneta", Goyo y Miguel Ángel con el mencionado Antonio, desde hoy "el hombre de hielo" o "el hombre cubito". El otro transporte oficial la supermonovolumen de Nono, con dos bicis y el resto de la cuadrilla. Parecíamos los subalternos del Fandi camino de las Ventas. En ese coche Nono, Enrique, Darío y los dos Emilios. Nada más llegar a la rotonda de la Cueva hemos empezado a reir al recordarnos Emilio Fernández lo arrastrada que es la vida de las meretrices de dicha rotonda a esas horas cuando llegan los borrachos sin bulla, y como diría Enrique, sin nadie que se la meta, la bulla claro. Bueno pues de ahí a Huétor Tájar solo ha sido reir y reir. Emilio Fernández, cómo tiene toda la gracia del mundo, nos ha contado miles de cosas, que ha comido macarrones a las seis de la mañana, y mil historias más que quedan para el secreto profesional. "No, si poco a poco "sus" lo voy a contar tó", ha sido su frase al cruzar el Genil en Huétor. Para morirse. Llegamos a Huétor, montamos bicis, recogemos dorsales, desayunamos y fotos en la salida que se demoró más de 20 minutos que, por cierto, nos hubieran venido muy bien de haber sido puntuales para quitarnos veinte minutos de agua al menos.

Y ahora la marcha. Poca historia por que nada más salir de Loja, cuando se animaba el pelotón de 200 hombres y una danesa, ha empezado a llover. No obstante la organización ha decidido mandarnos a Zafarraya, con muy mal criterio pero eso sí entendiéndolos ya que llevaban un año preparándolo todo y cuesta renunciar a la marcha pero se podría haber aplazado para otra fecha. ¿Será por días? hasta 365 que tiene 2010. Ahí nuestra intención era ir juntos pero había mucha agua, cada vez más y tiramos para arriba como podíamos. Antonio se fue con los gallitos dejando en buen lugar el nombre de la peña. Miguel Ángel y Nono detrás, Emilio Morales, Enrique y Emilio Fernádez detrás, un poco después Darío y Goyo que, con dos cojones de los gordos, se da la vuelta en el alto y el tío se ha hecho más de 100 kms él solito. Al coronar ha llegado lo peor del día y es cuando hemos comprobado lo duro que esto del ciclismo. Si duro es subir con frío, lloviendo y con poca ropa y poco adecuada, duro es sin saber cuánto queda, 55 kms de subida sin cesar. Pues eso no es nada. Los cinco kilómetros del alto a Zafarraya, sin apenas frenos por el agua, el frío, el agua helada en las carnes, la ropa empapada y la escasa visibilidad han hecho de los cinco kms un auténtico infierno ¿qué será bajar de unos Alpes, un Tourmalet o una Sierra Nevada en esas condiciones y pensar que te quedan 150 kms aún? Desde luego que si siempre he tenido admiración por los cilistas, de toda la vida me ha parecido una gente admirable, hoy han pasado a la categoría de dioses para mí, todo eso sin perder ni la sonrisa ni la compostura. Yo, novato en estas lides, creo que me he comportado y Emilio Fernández me ha dicho una de las cosas más bonitas que me han dicho en la vida "Emilio que tío más duro eres, ni frío ni pollas, no te has quejado". Soy el nuevo y claro. Gracias Emilio por que cuando me has dicho eso te juro que hubiese ido en bici a por el autocar yo solo en mi bici para llevaros a todos, pero os sobran huevos para ir vosotros solos.

En esta llegada con suspensión ha habido un momento que pudo ser dramático, Juan Bueno Buellejos, de la otra peña de Maracena, ya con 73 años el hombre, ha perdido un poco la noción debido al frío y los tiritones que daba y se quería volver andando a Loja, a 55 kms nada menos. Menos mal que la ambulancia se lo ha llevado. No ha pasado nada, ha entrado en calor y todo ha quedado en anécdota. Como anécdota ha sido lo sufrido por el pobre Antonio que desde hoy será "el hombre cubito". Que frío no habrá pasado el tío que le dice Emilio "Antonio vámonos para Huétor" y le ha sotado "¿En bici? ni loco me subo yo más a la bici", jajaja, para que dijera eso Antonio ya tendría frío. Otro que tiritaba, vamos, que ha dejado la bici y se ha subido en el autocar. Y más cosas que quedan para el recuerdo y que han servido para darle caña toda la tarde. Lo cierto, por hacer honor a la verdad, es que nos sacó tanto tiempo que se le enfrió el agua y es el que peor lo pasó.

Mencionar a Enrique que el pobre ha llegado sin apenas comer a su casa y desfallecido. El pobre se ha comido sólo una tostada, un café, un té, una barrita energética, una ampolla de glucosa, un gel de taurina gingseng y demás historias, dos platos de fiambre, dos platos de arroz, dos flanes, dos cervezas, dos bollos de pan y un pastel en Láchar (cómo no). Ese hombre va a desfallecer, pobretico.

En definitiva, muchos años después el VELOCLUB MARACENA, ha sido representado en una marcha cicloturista y además dignamente y ante los elementos. SOIS ENORMES. De la "otra marcha" iremos sabiendo detalles y aquí los colgaremos.