sábado, 1 de mayo de 2010

1 de mayo: JUEZ Y PARTE EN NIGÜELAS

Llegó mayo y haciendo caso a nuestro querido presidente, me presento a la hora indicada en el libro para salir hoy sábado. Según el libro, mayo tiene previstas las salidas a las 9.00 horas y alli estaba el abajo firmante con los rigurosos 10 minutos de adelanto. Mi sorpresa llega cuando al aparecer por el semáforo no veo a nadie. Bueno -me digo- ya llegarán. Casi a la par, aparece el Emilio (el Fernandez) que se va a la manifestacion del primero de mayo en Granada pero que ha venido a vernos salir. Me comunica, no sin estupor, que ha visto en otra zona del pueblo a un grupillo de compañeros de nuestra peña que han quedao a las 9 para ir, creo, a Montefrio. Yo, fiel a la peña, sigo esperando en nuestra querida cafeteria y empiezan a llegar los compañeros diciendo que hoy era a las 9.30 horas, Ferre, Paco Negro, Dario y unos cuantos del grupo de maracena Bike con bicis de montaña pero que se venian con nosotros. Se decide la ruta que es a saber: Lachar (pero por Escoznar para darle algo de mas de dificultad). Viendo el panorama, dispongo de irme por mi cuenta y riesgo y hacer algo más sustancioso ya que la oferta de Lachar se podia ampliar, como mucho, a Peñuelas. Decido tirar para la carretera de la costa sin rumbo definido. Al final ha sido Nigüelas.
Solo, y a lo Forrest, paso el suspiro del Moro y casi tiro para la Cabra, recordando al amigo Emilio Fernandez, pero me digo -no-. Hay mucho aire y culinario, asi que la vuelta es de las malas. Sigo con dirección Padul y es alli cuando decido llegar al pueblo citado en destino. Paso Durcal cómodamente con la ayuda inestimable del aire y me pongo en Nigüelas con un horario espléndido, una hora y cuarto aprox. Foto desde el cruce y decido volverme sobre mis pasos y parar en el Zahor ya que es conocido por todos nosotros. En ese trayecto, hasta el Zahor, es cuando me doy cuenta de donde me he metido. El aire, que tan gentilmente me ayudaba para la ida se convierte en un vendaval dispuesto a machacarme en la vuelta. Uno que es previsor, tiro de veterania y voy despacito al Zahor en busca de mis merecidas viandas para afrontar el regreso. A mi consabido té verde y mi clásico platano de rigor, le añado un plus a base de glucosa y Maritoñi (en homenaje al gran Goyo) pensando que hasta el suspiro del Moro toca currar.
Afronto Marchena, en plato y con buen ritmo pensando en el Padul. Llegando a dichas rampas, algo parecido a una locomotora formada por 8 componentes cual guardia pretoniana me pasa y me dicen: ánimo compañero, pégate a rueda. La verdad es que he tenido que trabajar para alcanzarlos pero he tenido mi recompensa. Nada más llegar al grupo, que iban como un tren (ya os digo) me ofrecen meterme en medio, o sea, en primera y con ventanilla. Gesto que agradecí después como vereis, y que agradezco desde estas lineas. Así llegamos a lo alto del Padul y yo sin enterarme, con un ritmo trepidante. Pero amigos, cuan efímera es la comodidad en este deporte. Del mismo cruce aparecen otros tantos, que por lo visto tiraron por el pueblo y que iban, luego me enteré más tarde, dando guerra sin cuartel. Asi, en los llanos del Puntal, con el aire de cara, tengo que dejar el vagón de primera y ponerme el mono de faena, ya que algunos de los que tan amablemente me ofrecieron ayuda empezaron a flaquear. Asi, me convierto, sin quererlo ni beberlo, en juez y parte de una guerra que comenzó esta mañana en la puertas del Zaidin. Es cuando en la ultima rotonda, antes del suspiro, me digo:-tio esta gente necesita una chorizada de las buenas- y ni corto ni perezoso alli que me meto a vengar a tan amables compañeros. Saltamos por el suspiro como saltaban las cabras de la Heidi en los verdes Alpes. La bajada sirve para reagrupar a los rezagados y cuando están todos otra vez a amasar hasta Armilla. Con los ánimos más calmados con dirección a Granada el grupo suversivo se desvia por el Carrefour y los demás seguimos. A la altura del parque de la Ciencias me despido cortésmente de mis colegas y escucho un: ADIOS MÁQUINA.
Y yo, que me quedo extrañado, me pregunto: ¿y estos que saben de la máquina de amasar chorizo? jajajajajajaja. Que bonito es este deporte


Siempre me gustó esta vista



el grupo, al completo llegando a Armilla

2 comentarios:

  1. Un amigo mio de Almería, el que da nombre a la Peña que yo tenía y uno de los que mas ciclismo me ha enseñado siempre decía: "en la bicicleta todo da por culo menos el viento, que da de cara".
    Si vas contra el viento para despues traerlo a favor, seguro que cambia y si lo llevas favorable a la ida te engolosinas, vas como un cohete y luego vuelves para que te den la extremaunción.
    Confio en que a la máquina de amasar le hayas ya gastado las baterias y no te queden para mañana.

    Goyo

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  2. Confirmado: TENÍA PILAS DE SOBRA EL TÍO CABRÓN, jajajaja, que susto Enrique

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