domingo, 23 de enero de 2011

Reencuentro con la bici, a Láchar para variar.

El bueno de Enrique que es tan buena gente como grandón a veces le comen las prisas y me ha borrado la entrada que estaba escribiendo cuando casi acababa pero bueno, no pasa nada, empiezo. Lo primero de todo pediros disculpas por no haber escrito antes, no ha sido por falta de ganas, la verdad es que mi modem router ha dado mucha guerra este fin de semana y no me abría la mitad de las páginas y una de ellas era la de Blogger. Pero bueno, nunca es tarde ....


Ayer sábado, con menos frío del anunciado por los partes meteorológicos, me subía (y perdonad que hoy personalice un poco) por primera vez en mi bici tras cuatro meses. Me subía en mi flaca por primera vez después de besar la dura cuneta de Fuensanta de Martos. No sabéis lo mal que lo he pasado y que aún lo estoy pasando. Aquella caída me supuso una fractura luxación de escafoides, carpo semilunar, ligamentos y tejido nervioso. Tres operaciones, dos de ellas con anestesia completa, 10 días ingresado en Traumatología en dos fases distintas, y de momento dos meses de rehabilitación. También una osteoporosis, una movilidad reducida permanente del 70% diagnosticada ya por los médicos y posiblemente una artrosis dentro de unos años. Sí, todo eso. No lo digo apenas y sé que intentáis animarme cuando me veis pero la verdad es que lo tengo asumido y estoy más animado de lo que parece. A lo que voy es que cualquier otra persona hubiese aborrecido la bicicleta, pero yo no.

Ayer sábado seguí mi liturgia, llegué el primero al Semáforo, como siempre, me tomé mi café con leche y mi tostada mixta, me acompañó Paco Negro, como siempre, y en seguida llegó Enrique, como siempre. Me empezaba a emocionar, parecía que entre medias de mi última salida no hubiese sucedido nada. Fuísteis llegando poco a poco. Mi Antonio Narváez que junto a Enrique, Goyo y mi tocayo Emilio han sido unos amigos estupendos estos meses. Como decía, mi Antonio Narváez, que no ha dejado de llamarme ni un solo día, ni siquiera cuando él había tenido una gravísima caída que le supuso una triple fractura de pelvis de la que se va recuperando como lo que es, un campeón. Para Antonio también fue una salida especial, sabía que hoy tenía quien le esperara, jajaja, bueno tuvo que esperarme él a mí casi todo el recorrido. Pero la emoción de encontrarnos ambos en las bicis casi me puede y no abrí la boca en todo el camino por miedo a mostrar un mínimo sollozo. De verdad que ayer estaba emocionado.

Miguel Ángel Gámez, que es mucho mejor persona que ciclista, que ya es un rato, muy pendiente de ambos, Fali, Miguel Pacheco, Narváez padre, no sé, todos pendientes de que no me vibrara la mano, arropándome y señalándome los mejores sitios del asfalto para que mi mano no sufriese. Cuando llegué a casa casi rompo a llorar de la emoción y hoy me ha costado mucho no salir pero mi mano no soporta aún dos días seguidos, llegó hinchada y dolorida en exceso.

De la ruta no quiero contar nada ¿qué novedad podría añadir en una salida a Láchar? salvo que ¡madre mía! se me había olvidado lo rica que está la Virgina. Quiero con esta entrada deciros muchas cosas, tantas que las palabras no me dan de sí y menos el coco pero sí puedo deciros que por desgracia caídas se van a seguir produciendo, que las recuperaciones son dolorosas y que es en esos momentos cuando los compañeros de Veloclub se convierten en amigos. Algunos ya lo eran hace mil años, es el caso de mi Enrique que de broma nos llamáis hermanos pero es que casi se puede decir que lo es, Antonio que cada día le tengo más afecto y me demuestra que un amigo lo es para todo, Goyo que aún en una situación nada agradable siempre tiene un buen gesto o una palabra amable, Emilio Fernández que es un hermano mayor de todos nosotros y que tras su apariencia ruda es un sentimental y un tío inteligente hasta asombrar, Miguel Ángel Gámez que da lo que tiene y tiene mucho por dar, Miguel Pacheco y Antonio Narváez que desde el primer día han estado interesándose por mí, y así todos y cada uno de vosotros. Esta entrada no es para contar que hemos ido a Láchar ni que andamos mucho o poco. Es para deciros que no os he echado de menos por que no me habéis dejado nunca solo y que si mañana no puedo coger la bici seré otro Agustín, iré al infierno con vosotros.

Enrique tiene razón cuando dice que sois los mejores. Es que lo sois coño.

5 comentarios:

  1. Emilio, muchas gracias por tus palabras pero si la gente nos volcamos contigo es porque tu también has estado hay cuando a otros nos hacía falta, esperándonos, animándonos y enseñándonos mucho.

    ResponderEliminar
  2. Ahí estamos Emilio. Cada uno con su manera de ser. Lo único que lamento es no haber podido acompañarse igual que a Antonio. Ten por seguro que está temporada haremos bonitas rutas juntos poniendo la meta donde nos plaza. No revistas en tú recuperación.

    ResponderEliminar
  3. He querido decir no "desistas" en tú recuperación (maldito teléfono Android)

    ResponderEliminar
  4. Cagon´la vin Emilio. Si te he llamao a tu casa 40 veces. Ni te funciona el router ni el telefono. Lo de quitar la entrada es porque se han doblao las fotos. Las de ayer y las de hoy. Asi que fiel a mi mismo he cortao por la via de enmedio. Pero que ahora mismo las pongo. Animo amigo

    ResponderEliminar
  5. Es que tengo el tlf con ya.com y no fyncionaba el router. Gracias tio

    ResponderEliminar