Una etapa preciosa a Venta de Agramaderos en Jaén pasando por Montefrío

Saludos, vuelvo a escribir, (Emilio Morales, que no el Fernández) por que esto merece la pena contarlo. Este domingo no puedo salir, tengo un compromiso importante con mi hija así que decidí darme la paliza el sábado. Claro, mi mujer lleva tiempo con ganas de ir a Montefrío a ver a su familia así que me dije "perfecto, yo tiro con la bici y ella en coche y luego para Maracena en coche". Pues resultó ser una idea excelente. Esta mañana me voy para el Semáforo, a la hora acordada, y me encuentro a Ferre, Paco Negro, Antonio padre, Darío y Paco de la Higuera, que por cierto ha tenido un detalle feo con los compañeros. Pero bueno, a lo nuestro. Ferra y PAco Negro han sugerido acompañarme a mí ya que tenía la ruta preestablecida por mi compromiso familiar. Me preguntan por donde voy y digo que por Tocón. Así que todos a Alomartes, ese era el plan. Pero para que vean lo que es el compañerismo, he intentado ponerme delante y no me han dejado, Paco Negro y Ferre se han colocado delante mía para cortarme el aire y fuese descansado a mi aventura por los montes del poniente granadino. Han incrementado un poco su ritmo y hemos cogido una media de 29 kms/h por la vega. Hemos ido conversando y la verdad es que me ha sabido mal dejarlos solos después de que Paco de la Higuera diera la "espantá" entre Valderrubio y Escóznar. Ahí me he despedido yo también de mis AMIGOS y he enganchado con la peña de Armilla, que iba a ritmo flojito con rumbo a Íllora y Puerto Lope. Ellos han seguido para la Estación y yo he subido por la carretera de Zujaira a Obéilar. Al llegar a Íllora he mirado hacia abajo e iban a lo lejos, con Paco infiltrado entre ellos, les he metido una minutada buena.

Aquí ha empezado mi aventura en solitario. He parado en Íllora a reponer el bidoncillo que aún llevaba agua del Purche, dos paisanos me han saludado y me han recomendado precaución "que por aquí van como locos los coches y las 'amotos'". En Alomartes unas fotos del río y del Molino y en Tocón del pueblo. Es aquí donde me he parado a desayunar y he intimado con el dueño del bar que decía el tío que había vivido 30 años en Maracena y que fue compañero de Miguel Ángel Martínez en la fábrica antes de que se dedicara a las bicicletas. Sabía todos sus triunfos. He aprovechado la locuacidad del mostachado camarero para indagar acerca de la subida que me esperaba. El tipo me dice que son 15 kilómetros y que no sabe si podré hacerlos, que son muy duros. Le comento que luego iré a La Pedriza y me dice que estoy loco, aún quedándome a comer allí. Bueno, el caso es que yo tiro para Montefrío afrontando unas subidas muy asequibles. ¡¡¡ILUSO DE MÍ!!! La subida a Montefrío por Tocón son 11 kilómteros muy duros, hay cuatro que no son subida, uno de falso llano y tres de descenso. Son 11 kilómetros interminables, con rampas del 16% en sus tramos más duros, una media del 5% debido a la suavidad de los primeros dos kms pero con rampas del 7 - 8% de media en el tramo medio con picos del 16%. Terrible y larguísima.

Llegando a la cima, calculando que me quedarían unos siete kms para Montefrío y desconociendo si llegaba la cima al pueblo o tendría que bajar unos metos me voy acercando a un cortijo que están blanqueando un matrimonio "¿qué me queda, lo saben ustedes?".... la mujer me dice que unos siete kms, yo pensando que como lo tengo asumido me queda sufrir y que ya he pasado la mitad. Pero el hombre aclara, "eso a Montefrío, de subida dura menos de dos kms, luego es más suave y bajas al pueblo en tres kms", ¡¡¡qué alegría, me dan ustedes la vida!!! y se han quedado riendo mientras he bajado dos piñones y yo me he levantado del sillín para acelerar y gastar algo de gasolina. Ni me quemaban las piernas ni me pesaba la subida a El Purche del día anterior, es más, la subida a Sierra Nevada me ha supuesto subir más cómodo, pero claro aburrido ya que iba solo. Corono y me encuentro con varios ciclistas que me animan diciéndome que estoy llegando. La primera imagen de Montefrío es espectacular y me detengo a hacer foto. Luego ya casi en el pueblo otras más. Atravieso el pueblo y enfilo para Alcalá la Real. Antes parada en el Ventorro de Cristi, el primo de mi mujer, a reponer el bidoncillo. Esa parada no me ha venido bien, se me han enfriado las piernas. Pero he seguido adelante, otra vez a subir hasta la Venta de Agramaderos, ya en la provincia de Jaén. Ahí me he encontrado la carretera rota y como no sabía como estaría a la Pedriza, mi objetivo a dos kms, he decidido darme la vuelta al cortijo de la familia. Ahí he repuesto energías con cerveza, buenas tapas, mejor comida y excelente compañía y claro, todos asombrados por la proeza de este pobre novato. Y yo, tonteando y tó. Como tiene que ser. Eso sí, he echado de menos a quienes yo creo que podrían haber disfrutado tanto como yo, a toda la peña pero especialmente a mis Antonio y Enrique, por supuesto, a Darío que es un tío elegante como persona y como ciclista pero sobre todo en el trato, pese a que hoy le han tocado las narices a base de bien, también a Goyo cuya ausencia me ha obligado a levantar el perfil y a Emilio Fernández y sus "ma cago en la vín que ganas tengo de perderos de vista, que me dejao el bigote para que me respetéis y no me hacéis ni caso", jaja. Dsifrutad las fotos.